Novena a Nuestra Señora de la Altagracia
Novena a Nuestra Señora de la Altagracia

El 21 de enero es fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, protectora del Pueblo Dominicano, y es costumbre hacer la novena como preparación para esta gran fiesta.
La novena es una oración especial, que se hace nueve días consecutivos, antes de la fiesta de la Virgen o en otro momento que se quiera hacer.
Con la novena se intenta acercarse más a la Madre de nuestro Salvador, con la advocación de la Virgen de la Altagracia, para que sea ella quien nos lleve hacia su Hijo, para que interceda por nosotros, por nuestras necesidades y para que nos ayude a crecer en la fe como Hijos de Dios.
A pocos días de la gran celebración en honor a Nuestra Señora de la Altagracia, te dejamos los links para cada día que rezaremos juntos en las Eucaristías de nuestra Parroquia El Buen Pastor:
Primer día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Segundo Día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Tercer Día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Cuarto Día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Quinto Día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Sexto Día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Séptimo día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Octavo día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
Noveno día de la Novena a la Virgen de la Altagracia
(Fuente: Diario Católico y parroquia El Buen Pastor)
630 familias fueron beneficiadas del programa Alimentando la Esperanza 2021
630 familias fueron beneficiadas del programa Alimentando la Esperanza 2021
«Dios ama a quien da con alegría» 2 Co. 9,7.
Damos gracias a Dios porque 630 familias fueron beneficiadas con tu aporte al programa Alimentando la Esperanza, de la Pastoral Social de nuestra parroquia El Buen Pastor.
Con esta iniciativa que se realiza cada Navidad, la parroquia pudo recolectar alimentos no perecederos para los hogares de los sectores San Luis, La Bomba, La Esperanza y La Caobita, con el fin de garantizar una cena digna.
La obra fue realizada y estamos alegres.
Que el Niño Jesús siga creciendo cada día en nuestros corazones.
Bendiciones.
Los valores cristianos de Encanto, la exitosa película basada en motivos colombianos
Los valores cristianos de Encanto, la exitosa película basada en motivos colombianos

La producción animada de Disney que se exhibe en todo el mundo destaca las maravillas colombianas, pero en ella también emergen grandes símbolos religiosos
La historia de la familia Madrigal es un agitado recorrido por la diversidad colombiana representada en animales como los tucanes y los chigüiros; el ajiaco, comida típica de los bogotanos; el paisaje multicolor de Caño Cristales; la riqueza rítmica de la cumbia, la salsa y el vallenato; las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez y su novela Cien años de soledad, y, por supuesto, las víctimas de las violencias de muchas décadas.
La sexagésima producción de Walt Disney Productions es una emotiva fantasía musical dirigida por los estadounidenses Byron Howard, Jared Bush y Charise Castro Smith y musicalizada por el neoyorquino Lin-Manuel Miranda. En sus 109 minutos de duración, las voces de reconocidos artistas de Colombia, Estados Unidos y otros países, les dan vida a muchos personajes de ficción, tan típicamente colombianos como el café, al que en este país se le llama “tinto”.
Alma y la vela
La película comienza con un sutil manejo del momento en el que Pedro Madrigal, el padre de la familia, es asesinado en una zona rural, obligando a Alma –la esposa y madre– a huir junto con sus tres hijos menores de edad.
En esta parte, es evidente el drama de la violencia padecida por Colombia durante décadas y el consecuente desplazamiento forzado de miles de personas a otras regiones o a las grandes ciudades. Allí adquiere protagonismo la señora Alma (soplo de vida, según la Biblia), la matrona que se encarga de sacar adelante a su familia sin tener la compañía del esposo.
Es ella la que toma del suelo una enorme vela que siempre debe estar encendida en casa y que todos en la familia Madrigal deben evitar que se extinga. Y luego, en una reunión con hijos, nietos y vecinos, les dijo con claridad: “Hace muchos años esta vela bendijo a nuestra familia con un milagro: nuestra casa”.
Para fray Hevert Lizcano Quintero, de la Orden de los Carmelitas Descalzos, este hecho ya representa un valor del cristianismo en la película. “Esa vela de la casa Madrigal, es Cristo que se consume, la cera es imagen de su naturaleza humana que Él entregó por nosotros, por amor. Y la llama representa su divinidad”, reflexiona.
En entrevista con Aleteia, este sacerdote especializado en Cine en la Universidad Nacional de Colombia, hizo un paralelo con el tiempo de Adviento y afirmó que “la casa [Madrigal] es la corona donde reposa la luz que alimenta a cada miembro con una gracia especial para la comunidad, esa es la grandeza de esa luz que permite que todos sean irradiación de un Dios que vino a servir y no a ser servido”.
Un milagro para la familia
Otro elemento cristiano destacado en Encanto es la recurrente mención a un milagro que comienza con el rescate de la vela prendida y el propósito de Alma de mantenerla viva para que los Madrigal no sufran más desventuras. Ahí es donde aparece Mirabel, la adolescente que no era tenida en cuenta porque no poseía dones mágicos.
Es ella la que le pone fe al significado de la luz al establecer el nexo entre la vela encendida, el milagro de tener una casa y la necesidad de la unidad familiar –otro valor del cristianismo–.
Al analizar el papel de Mirabel como articuladora del milagro de mantener unidos a los Madrigal, el padre Lizcano Quintero recalca lo siguiente:
“Los cristianos sabemos que no podemos ser luz, ni la fuente de la luz, pero sí podemos ser irradiación de ella en un mundo que lucha por apagar a Cristo en medio de la oscuridad que genera el odio”.
Pero hay más ingredientes cristianos a destacar en la película que durante su primer mes de exhibición ha recaudado más de 170 millones de dólares. Uno de ellos es el perdón que se resume en una emotiva escena a la orilla de un río donde la dominante abuela Alma –que no creía en Mirabel– abraza a su nieta, le pide perdón por los errores cometidos, le agradece por mantener viva la vela y salvar a la casa y su familia.
También es notable el trabajo de los vecinos que fueron solidarios con los Madrigal en la adversidad y les ayudaron a reconstruir su casa. Otro aspecto que tiene una connotación católica en Encanto es la referencia a la ‘Noche de las velitas’, una tradición colombiana que todos los 7 de diciembre saluda a la Inmaculada Concepción con el encendido de millones de velas en casas, calles, parques y plazoletas de todos los pueblos del país.
Es evidente el homenaje de Disney a Colombia con el realismo mágico de García Márquez; la palma de cera, árbol nacional; animales exóticos como el tapir y el jaguar; la ruana y el sombrero ‘vueltiao’, elementos del vestuario cotidiano; el tiple y el acordeón, dos de los instrumentos musicales insignias de la nación. De igual manera, quizá sin que los productores se lo hayan propuesto, se destacan otros componentes de una nación mayoritariamente católica: el sacerdote, el templo parroquial y la resiliencia.
(Fuente: Aleteia)
Tráiler oficial:
Papa Francisco escribe una carta a los matrimonios de todo el mundo
Papa Francisco escribe una carta a los matrimonios de todo el mundo

El papa Francisco ha enviado un mensaje de esperanza a los matrimonios ante los tiempos difíciles de la pandemia en la Fiesta de la Santa Familia de Nazaret.
«Los numerosos desafíos no pueden robar el gozo de quienes saben que están caminando con el Señor. Vivan intensamente su vocación. No dejen que un semblante triste transforme sus rostros.
Su cónyuge necesita de su sonrisa. Sus hijos necesitan de sus miradas que los alienten. Los pastores y las otras familias necesitan de su presencia y alegría: ¡la alegría que viene del Señor!”
Asimismo recordó a los esposos su fecundidad en la sociedad y cómo ejemplo para los jóvenes también con motivo del Año “Familia Amoris Laetitia”, instituido por el Papa Francisco en el quinto aniversario de su exhortación apostólica post-sinodal.
La misiva publicada este domingo, 26 de diciembre, evoca la alegría del amor en la familia, en el año dedicado a la familia, que se abrió el 19 de marzo de 2021 y concluirá el 26 de junio de 2022 con el X Encuentro Mundial de la Familia en Roma.
Los hijos son un regalo
El papa Francisco ha enviado una carta a los matrimonios en la que dice que los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia.
Los hijos “están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza”. Por ello, remarcó la importancia de la paternidad y la maternidad.
Invitó a los matrimonios a ser generativos “para dar a sus hijos el gozo de descubrirse hijos de Dios. “Este descubrimiento puede dar a sus hijos la fe y la capacidad de confiar en Dios”.
La pandemia y las dificultades
Durante la pandemia, el Papa dijo tener siempre presente a las familias “con humildad, cariño y acogida a cada persona, a cada matrimonio y a cada familia en las situaciones que estén experimentando”.
En la Fiesta de la Sagrada Familia invita a mirar hacia Nazaret. “Que san José inspire en todas las familias la valentía creativa, tan necesaria en este cambio de época que estamos viviendo”.
En este sentido, rezó para que “nuestra Señora acompañe en sus matrimonios la gestación de la “cultura del encuentro”, tan urgente para superar las adversidades y oposiciones que oscurecen nuestro tiempo”.
Salir por amor
El Papa cita las palabras con las cuales el Señor llama a Abrahán a salir “hacia una tierra desconocida que Él mismo le mostrará (cf. Gn 12,1).”
Recuerda que asimismo se trata de salir de la “incertidumbre, la soledad, la pérdida de seres queridos” que muchas familias han sufrido.
Algo que les ha impulsado “a salir” de las “seguridades, de nuestros espacios de “control”.
La pandemia ha obligado a salir “de nuestras propias maneras de hacer las cosas, de nuestras apetencias, para atender no sólo al bien de la propia familia, sino además al de la sociedad, que también depende de nuestros comportamientos personales”.
El matrimonio
En su mensaje a los matrimonios pide mantener la relación con Dios que “nos acompaña y nos moviliza como personas y, en última instancia, nos ayuda a “salir de nuestra tierra”.
Igualmente ha manifestado que “Dios está en nosotros, con nosotros y entre nosotros: en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo o estudio, en la ciudad que habitamos.”
Salir para ir a la tierra prometida del amor, “sintiendo la llamada al amor conyugal”, esto es entregarse al “otro sin reservas”.
“Así, ya el noviazgo implica salir de la propia tierra, porque supone transitar juntos el camino que conduce al matrimonio”, expresó.
El amor en las distintas situaciones de la vida. El Papa recuerda el paso de “los días, la llegada de los hijos, el trabajo, las enfermedades”, todas circunstancias que ayudan a los esposos a salir de las “zonas de confort”.
¡No están solos!”
Lo anterior para salir “hacia la tierra que Dios les promete: ser dos en Cristo, dos en uno. Una única vida, un “nosotros” en la comunión del amor con Jesús, vivo y presente en cada momento de su existencia.
Dios los acompaña, los ama incondicionalmente. ¡No están solos!”.
El Papa habló del testimonio de los esposos: “Sepan que sus hijos los observan con atención y buscan en ustedes el testimonio de un amor fuerte y confiable.”
«¡Qué importante es que los jóvenes vean con sus propios ojos el amor de Cristo vivo y presente en el amor de los matrimonios, que testimonian con su vida concreta que el amor para siempre es posible!».
“Los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia. Están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza”, añadió el Papa.
Perdón
El Papa reconoció en el mensaje a los matrimonios que “la ruptura de una relación conyugal genera mucho sufrimiento”.
“Tampoco a los hijos es posible ahorrarles el sufrimiento de ver que sus padres ya no están junto. Aun así, no dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse de alguna manera y no causen aún más dolor entre ustedes y a sus hijos”.
El Obispo de Roma explica que el perdón sana toda herida. “Perdonarse mutuamente es el resultado de una decisión interior que madura en la oración, en la relación con Dios, como don que brota de la gracia con la que Cristo llena a la pareja cuando lo dejan actuar, cuando se dirigen a Él”.
(Fuente: Aleteia)
¿Que son las bendiciones?
¿Que son las bendiciones?

Pedir a Dios bendecir una cosa o a alguien, significa pedirle entrar cada vez más dinámicamente en esta espiral de salvación.
Por: Rossana Brichetti Messori | Fuente: Tiempos de Fe, Anio 5, No. 26, Marzo – Abril 2003
Un aspecto importante de la piedad de los fieles, no suficientemente conocido y practicado son las bendiciones.
Las bendiciones están comprendidas dentro de los sacramentales. Para entender el significado de esta palabra vamos a tomar las cosas desde más arriba.
Sabemos que la vida de la Iglesia y de cada cristiano se sostiene por los siete sacramentos. Es decir, sobre siete acciones litúrgicas especiales, capaces, a través de signos, palabras, gestos, elementos naturales como el agua, el aceite, el pan y el vino, de trasmitirnos aquella gracia que brota como continuación de la redención realizada por Cristo que nos sumerge en la salvación, es decir, en la vida divina.
Instituidos por el mismo Redentor, son signos eficaces: es decir, realmente trasmiten aquello que prometen; no ciertamente por la fuerza de los gestos y de las palabras de quien los administra o de los poderes de los elementos naturales empleados, sino más allá de la fuerza de todo esto, en virtud del poder salvífico que Jesús mismo ha unido a estos signos.
Así, por ejemplo, aunque el ministro que realiza la acción fuera indigno, si es válidamente ordenado y respeta el rito esencial de los sacramentos que celebra, éstos serían igualmente eficaces para quien los reciba. Siguiendo las directrices de Jesús mismo a través del lenguaje de algunos signos particulares, la redención se hace disponible para cuantos quieran sinceramente participar.
Los sacramentales, en cambio, han sido instituidos por la Iglesia, como cuerpo que es de Cristo, bebiendo de este manantial de gracia del que se llena continuamente, sobre todo en la celebración eucarística.
En el caso específico de las bendiciones, ellas miran sobre todo a dar gloria a Dios: a bendecirlo y a la vez, a invocar su bendición en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, para que venga a nosotros y al mundo la obra de la santificación.
Toda bendición, por tanto, desde la más solemne a la más privada, es una acción de gracias que nos sumerge siempre profundamente en el misterio pascual. Y juntamente nos recuerda y nos manifiesta como ella penetra profundamente nuestra realidad personal, y la realidad del inundo material que nos rodea, y que como dice San Pablo «gime también él con dolores de parto en espera de la liberación».
Por esto el nuevo «Ritual de las bendiciones», nacido a consecuencia de las disposiciones conciliares, provee de muchas fórmulas para las diversas circunstancias de la vida de las personas. Presenta también otras bendiciones que se extienden hasta abarcar todo lo que acompaña nuestra existencia humana, como por ejemplo la casa, el trabajo, la tierra con sus frutos y los objetos que apoyan nuestra piedad.
Pedir a Dios bendecir una cosa o a alguien, significa pedirle entrar cada vez más dinámicamente en esta espiral de salvación, de tal forma que un mundo sacralizado ayude a su vez al hombre a santificarse. Todo en el seguimiento de Cristo.
Es bello y útil, para un cristiano, por tanto, no sólo participar en las bendiciones más solemnes que organiza su Iglesia local, sino en la óptica que hemos descrito, hacerse promotor en lo posible. Esto se puede hacer de varias formas.
De hecho, el nuevo Ritual de las Bendiciones, dispone que algunas bendiciones solemnes son estricta competencia del Obispo, otras del sacerdote o del diácono y otras de laicos habilitados, como pueden ser los acólitos o los lectores. Pero también simplemente de os padres y las madres de familia, en función de la gracia que desciende del sacramento del matrimonio.
Así, nosotros los laicos debemos continuar pidiendo a los sacerdotes la bendición, por ejemplo de nuestras casas, nuestros lugares de trabajo, nuestros medios de trasporte, la tierra y sus frutos y nuestros objetos de piedad como las imágenes sagradas, las medallas, escapularios, rosarios.
Pero también podemos practicar aquellas bendiciones de las que podemos ser ministros en el ámbito familiar: la bendición de la mesa, los hijos, los novios, nuestros ancianos y enfermos.
Vivimos en un mundo de signos y símbolos. Con ellos Dios inalcanzable se nos hace cercano.
(Fuente: Catholic.net)
Santa Claus: ¿A favor o en contra?
Santa Claus: ¿A favor o en contra?

Unas familias consideran que es una costumbre que alienta el consumismo. Otras van en Papá Noel una ocasión muy especial para educar en la fe a los niños
Un obispo católico italiano saltó a los titulares de todo el mundo a principios de este diciembre cuando dijo a los niños desde su púlpito que Santa Claus no existe.
El obispo Antonio Stagliano, mientras hablaba en el Día de San Nicolás, dijo sin rodeos a un grupo de jóvenes conmocionados que Santa Claus no es real. Llegó incluso a decir que “de hecho, añadiría que el rojo del traje que viste fue escogido por Coca Cola por motivos exclusivamente publicitarios”.
Los comentarios generaron tanta controversia que el portavoz de la diócesis de Noto se apresuró a escribir en Facebook una disculpa en nombre del obispo. Alexander Paolino manifestó: “Primero quisiera expresar, en nombre del obispo, disculpas por esta declaración que ha generado decepción en los niños, y deseo aclarar que las intenciones de Monseñor Staglianò eran bastante diferentes, a saber, el reflexionar con mayor conciencia sobre el significado de la Navidad y las hermosas tradiciones que la acompañan”.
Sin embargo, familias católicas de todo el mundo tienen una diferente perspectiva a la hora de gestionar la tradición de Santa Claus. Algunos padres están categóricamente en contra de la tradición, mientras que otros creen en la bondad de la costumbre. Aquí presentamos los dos lados de la discusión, según la perspectiva de Aleteia.
En contra de la tradición de Santa Claus
La tradición de Santa Claus dificulta que los padres mantengan el foco en Jesús y en la Natividad cuando hay tanto entusiasmo en torno a un hombre de rojo que llega con regalos (cosa que, en realidad, no hace).
Además, fomentar que los padres, otros adultos y los niños mayores digan que creen en Santa Claus o, si no, que difundan la historia de Santa Claus supone, de hecho, mentir a los niños.
Santa Claus puede hacer más difícil a los niños creer en un Dios invisible, cuando se les cuenta a lo largo de toda su infancia que otras figuras invisibles como Santa Claus (y el Conejito de Pascua, el Ratoncito Pérez, etc.) son reales.
La tradición de Santa Claus encamina a los niños hacia una gran decepción cuando descubren que Santa Claus no es real. Algunos niños se sienten traicionados y avergonzados cuando esto sucede. Bien podrían preguntarse qué otras fantasías les habrán hecho tragar sus padres.
El exceso de regalos con Santa Claus tiende a fomentar más el consumismo y el centrarse en los regalos en vez de en compartir con los demás, pasar tiempo en familia, las tradiciones y el significado espiritual.
La tradición de Santa Claus es una deslealtad a san Nicolás, la auténtica figura histórica. A lo peor, confunde la devoción católica a los santos, mezclando santos reales con héroes míticos.
Por último, muchos padres usan la tradición de Santa Claus como apoyo disciplinario. Al amenazar con la pérdida de los regalos mágicos, los padres abusan de los premios para alentar el buen comportamiento.
A favor de la tradición de Santa Claus
La tradición de Santa Claus anima a los niños a creer en algo que no es estrictamente tangible. Por tanto, fortalece la idea de creer en Dios (entre los niños más pequeños). Para cuando llega el momento en que los niños dejan de creer en Santa Claus, a menudo ya han recibido una educación religiosa que habrá fortalecido su fe y su capacidad para creer en Dios de todas formas.
Además, hay que tener en cuenta que Santa Claus es quizás la figura más generosa y bondadosa de culturas como la estadounidense y la de ciertos países europeos y que ayuda a reforzar lo especial que es la temporada navideña, ¡que termina con el regalo más precioso de todos!
Podemos enseñar a nuestros hijos que los Santa Claus que se ven por todas partes son representaciones del auténtico san Nicolás. Si a un niño le encanta Santa Claus y conoce la historia de san Nicolás, quizás se vea motivado a querer aún más a Jesús. (¡Después de todo, los niños tienen la costumbre de imitar!).
La emoción y la fascinación al ver una pila de regalos solamente enfatiza la felicidad que sentimos en el nacimiento de Jesús. Es un doble chute de alegría. Es una asociación positiva que durará en la memoria del niño de por vida.
La alegría que un niño siente al recibir regalos en Navidad es algo muy real para ellos, lo cual les facilita sentir empatía hacia quienes tienen menos o nada en absoluto. Esto puede motivarles a sentirse más caritativos y actuar en consonancia.
Cuando los niños descubren que Santa Claus no es real, no concluyen necesariamente que se les ha mentido. Muy posiblemente se detengan a considerar que sus queridos padres les dieron muchísimos regalos a lo largo de los años ¡y no se llevaron el mérito de haberlo hecho!
Por último, la tradición de Santa Claus no tiene por qué ser excesivamente consumista. Los padres pueden tomar decisiones responsables respecto a lo que compran a sus hijos. Algunos padres incluso hacen que Santa Claus traiga pequeños regalos como cepillos de dientes, cosas que realmente necesitan.
En definitiva, independientemente de si una familia decide vivir o no la tradición de Santa Claus y el acostumbrado intercambio de regalos, el mayor de los regalos ya se ha dado.
Según escribió el papa León el Magno: “Hoy, queridos hermanos, ha nacido nuestro Salvador; alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida. Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación de semejante gozo”.
(Fuente: Aleteia)
El Papa en Grecia y Chipre: tras los pasos de Juan Pablo II y Benedicto XVI
El Papa en Grecia y Chipre: tras los pasos de Juan Pablo II y Benedicto XVI

El viaje apostólico de Francisco a los dos países mediterráneos, del 2 al 6 de diciembre, sigue los pasos del Papa emérito en Chipre en 2010 y del Papa polaco en Grecia en 2001. Compartimos una síntesis de la historia de sus peregrinaciones a estas tierras entre Oriente y Occidente.
Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano
La isla de Chipre es la tierra de San Bernabé, que nació en Pafo y regresó allí para anunciar la Pascua del Señor Jesús. Se convirtió, según la tradición oriental, en la nueva patria de Lázaro, que fue resucitado por Jesús y luego se trasladó a Chipre para convertirse en obispo de Cizio (hoy Lárnaca). En Grecia, el Apóstol de los Gentiles, San Pablo, dejó huellas indelebles. Filipos fue el primer lugar evangelizado en Europa y fue desde Grecia que el cristianismo se extendió por todo el continente europeo.
“Cuando zarpamos de Troas, navegamos directamente a Samotracia y al día siguiente a Medlar, y de allí a Filipos (Hechos 16:11)”
El Papa Francisco viajará a Chipre y Grecia, países situados en la encrucijada entre Oriente y Occidente, del 2 al 6 de diciembre para confirmar en la fe, confortar y animar a las comunidades locales. Las paradas del viaje apostólico son Nicosia, Lárnaca, Atenas y Lesbos, donde el Pontífice ya acudió en 2016 a encontrarse con migrantes y refugiados en el campo de Moria. A estas tierras, labradas en los orígenes del cristianismo por los apóstoles Bernabé y Pablo, también han llegado como peregrinos Juan Pablo II y Benedicto XVI.
“El Reino de Dios no es cuestión de comida o bebida, sino que es justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo’ (Rom 14,17)”
El viaje del Papa Wojtyla a Grecia
Grecia, en 2001, es la primera parada de la peregrinación jubilar de Juan Pablo II tras las huellas de San Pablo. En la ceremonia de bienvenida subrayó que «la inculturación del Evangelio en el mundo griego sigue siendo un ejemplo para toda inculturación». A continuación, el papa Wojtyła se reunió con el entonces arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Su Beatitud Christodoulos. El Pontífice polaco pidió perdón por las heridas vinculadas a páginas dramáticas de la historia, como el saqueo de Constantinopla en 1204.
Inspirado por San Pablo
Visitando la catedral de San Dionisio en Atenas, Juan Pablo II recordó que este santo «fue uno de los primeros griegos que, al oír la predicación de Pablo sobre la resurrección, se convirtió». «Que todos acojáis este misterio de salvación, para vivirlo y ser sus testigos con vuestros hermanos». Las palabras de San Pablo en el famoso discurso del Areópago, recogidas en los Hechos de los Apóstoles, resuenan entonces desde la capital helena. En este lugar de la predicación del Apóstol de los gentiles, la «Declaración conjunta sobre las raíces cristianas de Europa» fue leída en griego por un prelado ortodoxo y en inglés por el cardenal Sodano.
En la tarde del 4 de mayo, Su Beatitud Christódoulos y otros metropolitanos miembros del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Griega visitaron al Papa en la Nunciatura Apostólica de Atenas. Al final del encuentro, la inesperada petición de Juan Pablo II a Christodoulos: «¿Podemos decir el Padre Nuestro en griego?» «Sí, Santo Padre», fue la respuesta. Juntos, en griego, recitaron la oración que nos enseñó Jesús.
Dar testimonio en el areópago de hoy
El momento final del viaje apostólico de Juan Pablo II a Grecia tuvo lugar el 5 de mayo de 2001. El Pontífice celebró la Santa Misa en el Palacio de Deportes del Centro Olímpico de Atenas. Recordar en Atenas la vida y la obra de Pablo -dijo el Papa Wojtyla- significa ser invitados a anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra, proponiendo a nuestros contemporáneos la salvación traída por Cristo y mostrándoles los caminos de la santidad y de la recta vida moral, que son las respuestas a la llamada del Señor.
«Siguiendo el ejemplo de San Pablo y de las primeras comunidades -aseguró el Papa-urge desarrollar espacios de diálogo con nuestros contemporáneos, especialmente en los lugares donde se juega el futuro del hombre y de la humanidad, para que las decisiones que se tomen no estén guiadas únicamente por intereses políticos y económicos que desprecian la dignidad de las personas y las necesidades que de ella se derivan, sino para que exista ese suplemento de alma que recuerde el lugar distinguido y la dignidad del hombre. Los areópagos que reclaman hoy el testimonio de los cristianos son numerosos». Durante su homilía, el Pontífice polaco también recordó el fructífero diálogo entre la fe cristiana y la filosofía.
Antes de dejar Grecia, Juan Pablo II dirigió una exhortación especial: «Como Pablo, sed testigos de Cristo».
Entre los dolores y las esperanzas de Chipre
El otro país que está en el centro del 35º viaje apostólico del Papa Francisco es Chipre. Es la segunda vez que un Pontífice visita esta isla. Para rastrear la primera visita a Chipre de un obispo de Roma, hay que remontarse a 2010, al viaje apostólico de Benedicto XVI, que tuvo lugar del 4 al 6 de junio de ese año.
Siguiendo los pasos de sus padres en la fe, los santos Pablo y Bernabé, el Papa emérito vino a Chipre como peregrino para confirmar a los católicos en la fe y para entregar el Instrumentum laboris para la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, celebrada en octubre de 2010.
En el vuelo papal a Chipre, Benedicto XVI expresó su dolor por el asesinato del entonces Vicario Apostólico de Anatolia, monseñor Luigi Padovese, asesinado en Turquía el 3 de junio de 2010, «que también contribuyó mucho», añadió el Pontífice, «a la preparación del Sínodo para Oriente Medio». Durante la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto internacional de Pafos, refiriéndose a la división de la isla de Chipre en dos partes, Benedicto XVI expresó un deseo para Chipre que también está ligado al presente de esta isla.
Entre encuentros ecuménicos y anhelos de paz
La unidad de los cristianos fue uno de los temas centrales del viaje de Benedicto XVI a Chipre. Durante la celebración ecuménica, el 4 de junio de 2010, en el sitio arqueológico de la iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa, el Pontífice recordó que «la comunión eclesial en la fe apostólica es a la vez un don y una llamada a la misión». «La unidad de todos los discípulos de Cristo -añadió- es un don que hay que implorar al Padre, con la esperanza de que fortalezca el testimonio del Evangelio en el mundo de hoy».
En el siguiente encuentro, dirigiéndose a las autoridades civiles, Benedicto XVI dijo: «Cuando las políticas que apoyamos se aplican en armonía con la ley natural propia de nuestra humanidad común, entonces nuestras acciones se vuelven más fundamentadas y conducen a una atmósfera de entendimiento, justicia y paz». Al día siguiente, el 5 de junio de 2010, más de 1.500 personas en representación de todos los católicos chipriotas en sus componentes maronita, armenio y latino recibieron a Benedicto XVI, en un ambiente de alegría marcado por los cantos de los niños, en el campo de deportes de la escuela primaria de San Marón.
El viaje del Papa Francisco
Por lo tanto, la historia de Chipre y Grecia también está entrelazada con la predicación de los apóstoles Bernabé y Pablo, con las enseñanzas de San Juan Pablo II y Benedicto XVI. A estos pasos se unen ahora los del Papa Francisco. El programa de su 35º viaje apostólico incluye lugares que también visitaron sus predecesores. Tras llegar al aeropuerto de Lárnaca el 2 de diciembre, Francisco se desplazará a Nicosia para mantener un encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados, diáconos, catequistas, asociaciones y movimientos eclesiales en la catedral maronita de Nuestra Señora de las Gracias. A continuación, el programa continúa con el traslado al Palacio Presidencial para tres citas: la ceremonia de bienvenida, la visita de cortesía al Jefe del Estado y el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. El 3 de diciembre es el día de la visita a Su Beatitud Crisóstomo II, arzobispo ortodoxo de Chipre, el encuentro con el Santo Sínodo y la misa en el «Gps Stadium» de Nicosia. El segundo día del viaje terminó con una oración ecuménica por los migrantes en la iglesia parroquial de Santa Cruz.
El sábado 4 de diciembre comienza la etapa griega. Tras la ceremonia de bienvenida, el programa incluye una visita de cortesía al Jefe de Estado, reuniones con el Primer Ministro y las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. Por la tarde habrá una visita a Su Beatitud Ieronymos II , Arzobispo de Atenas y de toda Grecia en el Palacio Arzobispal Ortodoxo y luego un encuentro con los respectivos Seguidores en la Sala del Trono.
Al final del día habrá otros dos encuentros en la agenda: con obispos, sacerdotes, religiosos, consagradas, seminaristas y catequistas en la catedral de San Dionisio. La reunión privada con los miembros de la Compañía de Jesús concluirá la jornada del 4 de diciembre. El domingo 5 de diciembre, el Papa volará hasta Mitilene, en la isla griega de Lesbos, para llevar su aliento a los refugiados en el «Centro de acogida e identificación». A última hora de la mañana regresará a Atenas, donde por la tarde celebrará una misa en la sala de conciertos Megaron. Por la tarde, Su Beatitud Ieronymos II realizará una visita de cortesía al Santo Padre en la Nunciatura Apostólica. El 6 de diciembre, Francisco recibirá al Presidente del Parlamento griego antes del encuentro con los jóvenes en el Colegio San Dionisio de las Hermanas Ursulinas de Maroussi y de la ceremonia de despedida.
(Fuente: Vatican News)
Un mes para celebrar la familia
Un mes para celebrar la familia
Dice la Biblia, libro sagrado del cristianismo, que Jesús tuvo como padres terrenales a María, quien había “hallado el favor de Dios”, y José, descrito como un hombre justo. Hasta el Hijo de Dios, cuando se encarnó para salvar a la humanidad de sus pecados, lo hizo en el seno de una familia.
Y es justamente el humilde hogar de Nazaret el modelo de virtud en el que pone sus ojos la Pastoral Familia y Vida de la Arquidiócesis de Santo Domingo para celebrar Un Paso por mi Familia, iniciativa que con diversas actividades exalta el valor del núcleo más pequeño de la sociedad.
“Un paso por mi familia: con Jesús, María y José, afianzando nuestra fe” es el eslogan escogido para la programación que se realizará a lo largo de noviembre, declarado en el país como Mes de la Familia.
Bendición de juegos profesionales de béisbol, un concierto, un cinema familiar, un rosario virtual y un simposio precederán al cierre del programa que tendrá lugar el domingo 21 de noviembre con caminatas simultáneas en todas las parroquias de la arquidiócesis. En el simposio se abordarán temas como “La familia desde el magisterio del papa Francisco”, “La familia en la política” y “La familia camino a la santidad”.
Un Paso por mi Familia nació en el 2012 como una gran caminata en el malecón de Santo Domingo. Las medidas de distanciamiento adoptadas en el 2020 para evitar la propagación del coronavirus forzaron a introducir cambios: se amplió la programación, se realizaron actividades virtuales y en lugar de una caminata nacional se organizaron varias procesiones más pequeñas.
En opinión del padre Mario de la Cruz Campusano, vicario episcopal de Pastoral Familia y Vida, la caminata nacional tenía un impacto macro y sus resultados, en parte, se medían por las impresiones que generaba. No obstante, dice, con un mes de actividades el impacto es masivo y hay una mayor adhesión por parte de las parroquias.
“Contamos muchos más pasos en la forma semipresencial el año pasado que los de la gran caminata porque en cada parroquia se unió más gente”, comenta.
Miguelina Veras de Vargas, quien junto con su esposo Israel Vargas maneja lo relacionado con la comunicación de Un Paso por mi Familia, corrobora: “Nos dimos cuenta de que con una sola actividad en el mes entero no era suficiente, entonces creamos esa estrategia del mes completo de la familia dedicarlo a actividades de evangelización a través de diferentes medios”.
En tanto que Vargas recuerda que esta modalidad ofrece más seguridad sanitaria y brinda a las familias más alternativas para poder sumarse a la celebración. “Si no puedes asistir a un evento, puedes asistir a otro”.
Y añade: “Estas son actividades que están dirigidas a toda la familia dominicana no importa credo ni religión”.
Pero para dar un paso por su familia no tiene que limitarse a participar en alguna de las actividades programadas. Veras exhorta a unirse con pequeñas iniciativas como orar o sentarse a la mesa juntos, ir a la iglesia o apartar un día especial para la familia.
La nueva edición de Un Paso por mi Familia llega en el año que la Iglesia católica ha declarado como Año Familia Amoris Laetitia. En 2021 se cumple, además, un lustro de la exhortación apostólica Amoris laetitia (La alegría del amor), del papa Francisco.
Este año se conmemora también el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia católica, que, a propósito, celebra un año dedicado a san José.
De la Cruz Campusano, Vargas y Veras consideran que la sociedad dominicana necesita un modelo de padre como José, que no solo funja como proveedor, sino que acompañe, participe y modele con el ejemplo la conducta de sus hijos.
¿La familia bajo amenaza?
De la Cruz Campusano considera que sí existe un plan “sistemático y orquestado” para destruir a la familia tradicional y muestra de ello, asegura, son “la ideología de género y el nuevo orden mundial”.
“La familia es una fuerza que puede contra regímenes y contra sistemas, entonces están por destruir a la familia para volverla a su criterio, como ellos quieren que sea y por eso ahí está lo de las políticas de población que va totalmente en contra de la familia, dígase, proliferación de anticonceptivos, aborto, matrimonio gay, involución de lo que ellos llaman superpoblación, para continuar su hegemonía en el mundo”, expresa el sacerdote.
Todo comenzó, a decir del religioso, con las sombrías predicciones que Thomas Robert Malthus vertió en su “Ensayo sobre el principio de población”, del 1798. El economista y clérigo anglicano estimaba que el aumento de la población superaba los recursos disponibles y que se debía frenar el aumento de la natalidad.
¿Qué alternativa propone la Iglesia católica? “La propuesta nuestra es la de siempre, es la promoción de los valores”, contesta De la Cruz Campusano.
La línea gráfica de Un Paso por mi Familia así lo refleja. Esta incluye los valores que Jesús enseñaba entre sus discípulos: amor, vida, humildad, paz, paciencia, esperanza, gratitud, perdón, entre otros.
PROGRAMA
Miércoles 10
7:00 p.m. Bendición en el juego de béisbol entre Leones del Escogido y Gigantes del Cibao. Estadio Quisqueya.
Sábado 13
4:00 p.m. Cinema familiar. Película “La decisión más difícil”. Club Arroyo Hondo.
Miércoles 17
7:00 p.m. Bendición en el juego de béisbol entre Tigres del Licey y Toros del Este. Estadio Quisqueya.
Jueves 18
8:00 p.m. Concierto con Alfareros. Transmitido por Televida, Radio ABC, Vida FM, YouTube y Facebook.
Viernes 19
8:00 p.m. Santo rosario virtual. Transmitido por Televida, Radio ABC, Vida FM, YouTube y Facebook.
Sábado 20
9:00 a.m. – 1:00 p.m. Primer simposio para la familia. Colegio Serafín de Asís.
Domingo 21
10:00 a.m. Caminata en todas las parroquias de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Fuente: Listín Diario
El Papa pide apoyo por la población de Haití que vive en condiciones extremas
El Papa pide apoyo por la población de Haití que vive en condiciones extremas

El Papa Francisco pidió este 31 de octubre oraciones por la población de Haití que vive en condiciones extremas y solicitó a la comunidad internacional que apoye a este país y que no lo dejen solo.
Así lo dijo el Santo Padre después de dirigir el rezo del Ángelus dominical ante numerosos fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano a quienes les pidió “rezar, rezar mucho” y buscar noticias sobre la situación en Haití.
Luego, el Papa relató que vio en la televisión el testimonio de un misionero camilo en Haití, P. Massimo Miraglio, y el Santo Padre exclamó “cuánto sufrimiento, cuánto dolor hay esta esta tierra y cuánto abandono” por lo que pidió “¡no los abandonemos!”
En esta línea, el Santo Padre realizó un llamado a rezar juntos por Haití a través de su cuenta oficial de Twitter @pontifex_es
“Pienso en la población de Haití, que vive en condiciones extremas. Pido a los líderes de las naciones que apoyen a este país, que no lo dejen solo. Cuánto sufrimiento, cuánto dolor hay en esta tierra. Oremos juntos por Haití, no los abandonemos”, escribió el Papa
En julio de 2021, el Papa Francisco envió su pésame por el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y expresó “su tristeza y condena toda forma de violencia como medio para resolver crisis y conflictos”.
“Deseo para el querido pueblo haitiano un porvenir de concordia fraterna, de solidaridad y de prosperidad”, añadió el Papa en un telegrama.
En agosto de 2021 Haití fue golpeado por un terremoto de 7.2 grados de magnitud. Según la oficina de protección civil de Haití, hubo al menos 724 fallecidos y 2.800 heridos.
Por su parte, la agencia de ayuda humanitaria católica de los obispos de Estados Unidos, Catholic Relief Services (CRS), indicó que muchas personas perdieron sus hogares por lo que enviaron algunos equipos para suministrar agua potable, alimento, saneamiento básico, refugio y suministros de emergencia.
“Es muy posible que Haití necesite más ayuda que nunca”, dijo entonces Akim Kikonda, representante de país de CRS en Haití.
En 2010, Haití sufrió una situación similar cuando se produjo un terremoto de magnitud 7.0 en las afueras de la capital del país, Puerto Príncipe. Más de 300.000 personas murieron y otros 1.3 millones quedaron sin hogar.
(Fuente: DiarioCatólico)