Parroquia El Buen Pastor – República Dominicana

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¿Cómo pueden los matrimonios ser luz en la pandemia?, Serie de videos lo explica

¿Cómo pueden los matrimonios ser luz en la pandemia? Serie de videos lo explica

Crédito: Pixabay

Testimonio de Amor lanza la serie de renovación matrimonial “Sean la luz”, que anima a los matrimonios a ser luz en el mundo en medio de la cuarentena por el coronavirus y los desafíos de los tiempos actuales.

La organización Testimonio de Amor (Witness to Love) provee a las parroquias herramientas y recursos “para transformar los programas de preparación y formación matrimonial actuales en programas dinámicos”, que acompañen a la pareja antes y después de la boda.

La serie “Sean la Luz” comenzó con una versión en inglés, que se lanzó en abril, “como una iniciativa para llegar a las parejas casadas que tal vez se sentían aisladas o en necesidad de apoyo durante la pandemia”, indicó la organización en una nota de prensa.

Esta serie logró alcanzar a más de 1.500 parejas en nueve países, quienes participaron de “Sean la Luz” en sus diócesis, en una “experiencia virtual de crecimiento y solidaridad”.


Frente a esta acogida, Testimonios de Amor decidió lanzar una versión pensada exclusivamente para la comunidad hispana, juntando a líderes internacionales que puedan ayudar a los matrimonios.

La cofundadora de Testimonio de Amor, Mary Rose Verret, señaló que los videos incluyen los testimonios de cinco parejas de Estados Unidos, México y Colombia, quienes “entienden las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio y la vida familiar”, y “desean compartir el testimonio de su amor”.

“Ya sea que estén compartiendo la historia de su propia conversión, su crecimiento como pareja, o su entendimiento de las enseñanzas de la Iglesia, las cinco parejas todas tienen un corazón misionero”, resaltó.

Esta serie contará con cinco pasos para “entender la evangelización y el crecimiento como pareja”, que comprenderán temas como la pertenencia a la Iglesia, la fe, la santidad, el compartir con los demás y la misión.

El cofundador de Testimonio de Amor, Ryan Verret, señaló que la idea es darles la oportunidad a las parejas de “entender que todo matrimonio está llamado a ser luz en el mundo y reflejar el amor de Cristo por su Iglesia”.

“Queremos proveer a parejas dentro de la Iglesia una oportunidad para seguir adelante con ánimo”, agregó.


Mary Rose Verret indicó que este solo es el comienzo, y señaló que en los próximos cinco años la organización planea lanzar otras series de renovación matrimonial y recursos para las parroquias y grupos de formación.

“La idea es que cada pareja casada experimente una transformación en su matrimonio. Verán su matrimonio como una luz para su comunidad y su hogar como un puesto misionero de la Iglesia local”, concluyó.

La serie estará disponible desde el 14 de junio de manera gratuita para las parroquias y parejas que deseen utilizar los videos para formar en la misión del matrimonio en la Iglesia.

Para más información y saber cómo ver la serie visite la página de Testimonio de Amor AQUÍ.

(Fuente: Aciprensa)

Coronavirus: Vaticano informa cómo celebrará el Papa Francisco el Corpus Christi

Coronavirus: Vaticano informa cómo celebrará el Papa Francisco el Corpus Christi

El Papa Francisco durante la celebración del Corpus Christi en el 2019. Crédito: Daniel Ibáñez (ACI)

 

La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco celebrará la Misa por el Corpus Christi el domingo 14 de junio en la Basílica de San Pedro y a la que asistirán unos 50 fieles.

“Domingo 14 de junio, a las 9:45, el Papa Francisco celebrará la Santa Misa por la fiesta del Corpus Domini en el altar de la Cátedra, en la Basílica Vaticana. A la Celebración Eucarística presidida por el Santo Padre estarán presentes cerca de 50 fieles”, informó este 8 de junio.


El 18 de mayo se reabrieron las iglesias de Italia y del Vaticano para la celebración de la Misa con presencia de fieles, luego de varias semanas en que las Eucaristías solo se podían celebrar de forma privada para evitar contagios de coronavirus. Sin embargo, aún se deben mantener medidas sanitarias como la reducción del aforo y el distanciamiento entre personas para evitar nuevos casos de COVID-19.

El año pasado el Santo Padre celebró el Corpus Christi en la iglesia de Santa María Consoladora y luego de la Misa presidió la procesión del Santísimo Sacramento por las calles aledañas. En 2018 se trasladó al barrio de Ostia -muy cerca del mar-, donde celebró la Eucaristía, procesión y bendición eucarística.

Así, este 2020 será la tercera ocasión en la que el Papa Francisco no celebra la Misa del Corpus Christi en el atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, con la tradicional procesión en la calle Merulana de Roma hasta llegar al atrio de la Basílica de Santa María La Mayor e impartir la bendición eucarística.

(Fuente: Aciprensa)

¿Cuántas misas puede celebrar al día un sacerdote?

¿Cuántas misas puede celebrar al día un sacerdote?

Foto de archivo

Lo normal es una diaria, pero hay excepciones.

Después de la cuarentena por la Covid-19, se reanudan las misas y la Iglesia se esfuerza por permitir que asista el mayor número de personas respetando la distancia social y otras normas de salud.
En muchos templos se sientan dos personas por banco, cada una en un extremo, y sólo uno de cada dos bancos queda ocupado.

La situación es especialmente delicada en los lugares densamente poblados.

¿Es posible aumentar el número de misas?

“Exceptuados aquellos casos en que, según el derecho, se puede celebrar o concelebrar más de una vez la Eucaristía en el mismo día, no es lícito que el sacerdote celebre más de una vez al día“, especifica el Código de Derecho Canónico (Canon 905).

Del mismo modo, “si hay escasez de sacerdotes, el Ordinario del lugar puede conceder que, con causa justa, celebren dos veces al día, e incluso, cuando lo exige una necesidad pastoral, tres veces los domingos y fiestas de precepto”.

Por lo tanto, dependiendo de la “densidad” de la asamblea parroquial, un sacerdote podría celebrar hasta tres misas el domingo.

Dicho esto, la salvación de las almas aún tiene prioridad; se puede imaginar que un obispo autorice excepcionalmente a los sacerdotes, dadas las circunstancias, a celebrar un mayor número de misas por día.

La idea del artículo del código de Derecho Canónico fue pensada para que el sacerdote no sea “una máquina de masas” y permita respetar el misterio que allí se celebra.

(Fuente: Aleteia)

Propuesta de un nuevo feminismo: Líderes Católicos analizarán sus elementos

Propuesta de un nuevo feminismo: Líderes Católicos analizarán sus elementos

25 líderes católicos de Europa y América expondrán las notas para un auténtico feminismo que promueva la participación de la mujer en la vida pública.

El próximo 11 de junio dará inicio el VI Diplomado Internacional de Doctrina Social de la Iglesia bajo el título: “Mujer en la Vida Pública: Feminismos e identidad católica en el siglo XXI”. Se trata de un diplomado organizado por la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos y motivado por la invitación del Papa Francisco a buscar un auténtico feminismo que promueva la participación de la mujer en la vida pública. Se realizará de manera online y las inscripciones deberán realizarse antes del 29 de junio.

Serán 15 días en los que se analizará – a partir de una antropología filosófica de la mujer y desde las raíces filosóficas del género e históricas del feminismo – la mirada del pensamiento social de la Iglesia sobre la mujer para presentar una propuesta desde una clara identidad cristiana acerca de un nuevo feminismo que reconozca la contribución de la mujer en la Iglesia y en la vida pública. Entre los profesores elegidos para el curso, destaca Flaminia Giovanelli, la primera mujer en ser subsecretaria en la historia del Vaticano; Marta Rodríguez, ex jefa de la sección Mujer en la Santa Sede; el Cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México; Paola Binetti, senadora italiana y neuropsiquiatra especialista en biopolítica; Austeen Ivereigh, fundador de Voces Católicas en Reino Unido; Mons. Thomas Wenski, arzobispo de Miami; Soledad Alvear, ex ministra de relaciones exteriores de Chile; Isabel Capeloa, rectora de Portugal y la primera mujer en presidir a nivel mundial a los rectores de universidades católicas; Alexandra Peláez, secretaria de educación estatal en Colombia y el teólogo Mario Ángel Flores, miembro de la Comisión Teológica Internacional.

Tras finalizar el curso, los participantes contarán con una certificación internacional que les otorgará la Academia Latinoamericana de Líderes Católicas y 4 universidades católicas latinoamericanas: la Universidad Pontificia de México, la Universidad Católica de Costa Rica, la Universidad Católica del Táchira en Venezuela y la Universidad Finis Terrae de Chile. Además, el equipo académico de este programa esta conformado por las académicas de Brasil Cristiane Kaitel doctora en Derecho por la Universidad Federal de Minas Gerais; de Argentina, Adriana Sirito, coordinadora de posgrados de educación de la UCA; y por la historiadora mexicana María Luisa Aspe Armella, una de las referentes de liderazgo femenino en América Latina. Todas ellas señalan que “el tema de un nuevo feminismo, cobra especial relevancia en el contexto actual en donde han irrumpido en la vida pública movimientos feministas, así como la demanda legítima de mayores espacios de liderazgo para la mujer y la denuncia de graves situaciones de desigualdad y de abuso al interior de la sociedad”. Además, aseguran que se aproximarán a estos temas “desde una mirada evangélica” y llevarán a cabo un discernimiento sobre los aspectos tanto positivos como negativos de los distintos feminismos. Para ello – concluyen – “hemos convocado a varios de los máximos referentes católicos a nivel mundial para desarrollar la propuesta de un nuevo feminismo en este cambio de época y en tiempos de crisis”.

(Fuente: Vatican News)

Inician las misas diarias e inscripciones para las Eucaristías de Corpus Christi y próximo domingo

Inician las misas diarias en El Buen Pastor

Puedes incribirte en las misas de Corpus Christi y del próximo domingo.

A partir de hoy, martes 9 de junio, nuestra Parroquia El Buen Pastor reanuda la celebración de las Eucaristías diarias, con asistencia de fieles, en horario de 6:30 de la mañana y 5:30 de la tarde. Para estas misas no se requiere inscripción.

Además, les invitamos a inscribirse para las celebraciones de este jueves 11, Día del Cuerpo y la Sangre de Cristo, y del próximo domingo, 14 de junio.

El horario de las misas, tanto el jueves como el domingo, es 7:00, 9:00 y 11:30 de la mañana. Los interesados en asistir, deben escoger el horario y llenar el formulario que está disponible a través del enlace que les compartimos: https://linktr.ee/buenpastor  

«Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo.» (Mt. 5: 12)

"Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo" (Mt. 5: 12)

Comentario del Evangelio de hoy

Hoy, con la proclamación de las Bienaventuranzas, Jesús nos hace notar que a menudo somos unos desmemoriados y actuamos como los niños, pues el juego nos hace perder el recuerdo. Jesús temía que la gran cantidad de “buenas noticias” que nos ha comunicado —es decir, de palabras, gestos y silencios— se diluyera en nuestros pecados y preocupaciones. ¿Recordáis, en la parábola del sembrador, la imagen del grano de trigo ahogado en las espinas? Por eso san Mateo engarza las Bienaventuranzas como unos principios fundamentales, para que no las olvidemos nunca. Son un compendio de la Nueva Ley presentada por Jesús, como unos puntos básicos que nos ayudan a vivir cristianamente.

Las Bienaventuranzas están destinadas a todo el mundo. El Maestro no sólo enseña a los discípulos que le rodean, ni excluye a ninguna clase de personas, sino que presenta un mensaje universal. Ahora bien, puntualiza las disposiciones que debemos tener y la conducta moral que nos pide. Aunque la salvación definitiva no se da en este mundo, sino en el otro, mientras vivimos en la tierra debemos cambiar de mentalidad y transformar nuestra valoración de las cosas. Debemos acostumbrarnos a ver el rostro del Cristo que llora en los que lloran, en los que quieren vivir desprendidos de palabra y de hechos, en los mansos de corazón, en los que fomentan las ansias de santidad, en los que han tomado una “determinada determinación”, como decía santa Teresa de Jesús, para ser sembradores de paz y alegría.

Las Bienaventuranzas son el perfume del Señor participando en la historia humana. También en la tuya y en la mía. Los dos últimos versículos incorporan la presencia de la Cruz, ya que invitan a la alegría cuando las cosas se ponen feas humanamente hablando por causa de Jesús y del Evangelio. Y es que, cuando la coherencia de la vida cristiana sea firme, entonces, fácilmente vendrá la persecución de mil maneras distintas, entre dificultades y contrariedades inesperadas. El texto de san Mateo es rotundo: entonces «alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,12).

(Fuente: evangeli.net)

12 claves para comprender el dogma de la Santísima Trinidad

12 claves para comprender el dogma de la Santísima Trinidad

 

Este domingo la Iglesia celebra la Solemnidad de la Santísima Trinidad, misterio central de la fe cristiana. Aquí te presentamos 12 claves para adentrarnos un poco más en este dogma:

1. La palabra Trinidad nace del latín

Proviene de la palabra latina “trinitas”, que significa “tres” y “triada”. El equivalente en griego es “triados”.

2. Fue utilizada por primera vez por Teófilo de Antioquía

El primer uso reconocido del término fue de Teófilo de Antioquía alrededor del año 170 para expresar la unión de las tres divinas personas en Dios.

En los tres primeros días que preceden a la creación del sol y de la luna, el Obispo ve imágenes de la Trinidad: “Los tres días que preceden a la creación de los cuerpos luminosos son símbolos de la Trinidad, de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría”. (Para Autólicus 2:15)

3. Trinidad significa un solo Dios y tres personas distintas

El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (CCIC) lo explica así: “La Iglesia expresa su fe trinitaria confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres divinas Personas son un solo Dios porque cada una de ellas es idéntica a la plenitud de la única e indivisible naturaleza divina. Las tres son realmente distintas entre sí, por sus relaciones recíprocas: el Padre engendra al Hijo, el Hijo es engendrado por el Padre, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo”. (CCIC, 48)

4. La Trinidad es el misterio central de la fe cristiana

Sí, y el Compendio lo explica de esta forma: “El misterio central de la fe y de la vida cristiana es el misterio de la Santísima Trinidad. Los cristianos son bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. (CCIC, 44)

5. La Iglesia definió de forma infalible el dogma de la Santísima Trinidad

El dogma de la Trinidad se definió en dos etapas, en el primer Concilio de Nicea (325 D.C.) y el primer Concilio de Constantinopla (381 D.C.).

En el Concilio de Nicea se definió la divinidad del Hijo y se escribió la parte del Credo que se ocupa de Él. Este concilio fue convocado para hacer frente a la herejía arriana, que afirmaba que el Hijo era un ser sobrenatural pero no Dios.

En el Concilio de Constantinopla se definió la divinidad del Espíritu Santo. Este concilio combatió una herejía conocida como macedonianismo (porque sus defensores eran de Macedonia), que negaba la divinidad del Espíritu Santo.

6. La Trinidad se sustenta en la revelación divina dejada por Cristo

La Trinidad solo puede probarse a través de la revelación divina que Jesús nos trajo. No se puede demostrar por la razón natural o únicamente desde el Antiguo Testamento. El CCIC explica:

“Dios ha dejado huellas de su ser trinitario en la creación y en el Antiguo Testamento, pero la intimidad de su ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón humana e incluso a la fe de Israel, antes de la Encarnación del Hijo de Dios y del envío del Espíritu Santo. Este misterio ha sido revelado por Jesucristo, y es la fuente de todos los demás misterios”. (CCIC, 45).

Aunque el vocabulario utilizado para expresar la doctrina de la Trinidad tomó tiempo para desarrollarse, se puede demostrar los distintos aspectos de esta doctrina con las Sagradas Escrituras.

7. La Biblia enseña que existe un solo Dios

El hecho de que solo hay un Dios se puso de manifiesto en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, el libro de Isaías dice:

«Ustedes son mis testigos, dice Yahvé, y son mi servidor, que he elegido; sépanlo, pues, y crean en mí, y comprendan que Yo Soy. Ningún Dios fue formado antes de mí, y ningún otro existirá después”. (Is. 43:10)

“Así habla el rey de Israel y su redentor, Yahvé de los Ejércitos: ‘Yo soy el primero y el último; no hay otro Dios fuera de mí’. (Is. 44: 6).

8. El Padre es proclamado como Dios numerosas veces en el Nuevo Testamento

Por ejemplo, en las epístolas de San Pablo se narra lo siguiente: “¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de los misericordias y Dios de toda consolación (…)”. (II Cor. 1: 3).

“Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, que actúa por todos y está en todos. (Ef. 4: 5-6)

9. La Biblia también demuestra que el Hijo es Dios

Esto es proclamado en varias partes del Nuevo Testamento, incluyendo al comienzo del Evangelio de San Juan:

“En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios (…) Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único, en él todo era don amoroso y verdad”. (Jn. 1: 1, 14)

También: “Después dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree’. Tomás exclamó: ‘Tú eres mi Señor y mi Dios’”. (Jn. 20: 27-28)

10. El Espíritu Santo es Dios y así lo afirman las Escrituras

En el libro de Hechos, el Espíritu Santo es retratado como una persona divina que habla y que a la que no se le puede mentir:


“Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: ‘Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado’”. (Hechos 13: 2)

“Pedro le dijo: ‘Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo? Podías guardar tu propiedad y, si la vendías, podías también quedarte con todo. ¿Por qué has hecho eso? No has mentido a los hombres, sino a Dios’”. (Hechos 5: 3-4)

11. La distinción de tres Personas divinas se demuestra con la Biblia

La distinción de las Personas se puede demostrar, por ejemplo, en el hecho de que Jesús habla a su padre. Esto no tendría sentido si fueran una y la misma persona.

“En aquella ocasión Jesús exclamó: ‘Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado. Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer”. (Mt. 11: 25-27).

El hecho de que Jesús no es la misma persona que el Espíritu Santo se revela cuando Jesús -que ha estado funcionando como Paráclito (en griego, Parakletos) de los discípulos- dice que va a orar al Padre y el Padre les dará “otro Paráclito», que es el Espíritu Santo. Esto demuestra la distinción de las tres Personas: Jesús que ora; el Padre que envía; y el Espíritu que viene:

“y yo pediré al Padre y les dará otro Paráclito, para que esté con ustedes para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero ustedes lo conocen, porque mora con ustedes”. (Jn. 14: 16-17)

12. El Hijo procede del Padre y el Espíritu procede del Padre y del Hijo

“Es ciertamente de fe que el Hijo procede del Padre por una verdadera generación. Según el Credo Niceno-Constantinopolitano, Él es “engendrado antes de todos los siglos». Pero la procesión de una Persona Divina, como el término del acto por el cual Dios conoce su propia naturaleza, es propiamente llamada generación” (Enciclopedia Católica).

El hecho de que el Hijo es generado por el Padre está indicado por los nombres de esas Personas. La segunda persona de la Trinidad no sería un Hijo si no hubiera sido generado por la primera persona de la Trinidad.

El hecho de que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo se refleja en otra declaración de Jesús:

“Cuando venga el Paráclito que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí”. (Jn. 15: 26)

Esto representa al Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo («que yo os enviaré»). Las funciones exteriores de las Personas de la Trinidad reflejan sus relaciones mutuas entre sí. También puede decirse que el Espíritu Santo procede del Padre por medio del Hijo.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.

(Fuente: Aciprensa)

Cómo entronizar al Sagrado Corazón en tu casa (y tu corazón)

Cómo entronizar al Sagrado Corazón en tu casa (y tu corazón)

Shutterstock-Hana Stepanikova

Cuatro métodos diferentes para consagrar tu hogar a Jesús.

Haga click aquí para abrir el carrusel fotográfico

Es tradición que el mes de junio se dedique al Sagrado Corazón de Jesús, debido principalmente al hecho de que la solemnidad del Sagrado Corazón (el viernes después del segundo domingo después de Pentecostés) se celebra en junio.

Según el Directorio sobre la Piedad Popular, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es “una de las expresiones más difundidas y amadas de la piedad eclesial”.

Es una práctica profundamente cristocéntrica que ha sido fomentada por numerosos santos a lo largo de los siglos.

Bajo “la luz de la sagrada Escritura, la expresión ‘Corazón de Cristo’ designa el misterio mismo de Cristo, la totalidad de su ser, su persona considerada en el núcleo más íntimo y esencial: Hijo de Dios, sabiduría increada, caridad infinita, principio de salvación y de santificación para toda la humanidad.

El ‘Corazón de Cristo’ es Cristo, Verbo encarnado y salvador, intrínsecamente ofrecido, en el Espíritu, con amor infinito divino-humano hacia el Padre y hacia los hombres sus hermanos”.

Shutterstock-Linda Bucklin

Entre las múltiples costumbres devotas relacionadas con el Sagrado Corazón está la tradicional ‘entronización’ o ‘consagración’ del hogar (y del corazón) a Jesús. En particular, Jesús prometió a santa Margarita María Alacoque:

“Bendeciré los hogares en los que se muestre y venere una imagen de Mi Corazón”.

A lo largo del tiempo, la Iglesia ha desarrollado varios tipos de entronizaciones que convierten la colocación de una imagen del Sagrado Corazón en un evento más formal y espiritual.

Por ejemplo, la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración) tiene su propio servicio de oración de consagración familiar y varios recursos para profundizar. Y también muchos otros, como El Observador.

Santa Margarita María Alacoque escribió una oración personal de consagración que puede usarse cuando uno mismo o una familia se consagra al Sagrado Corazón.

Me entrego y al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo, consagro sin reservas, mi persona, mi vida, mis obras, mis dolores y sufrimientos. Este es mi propósito inmutable: ser enteramente Suyo y hacer todas las cosas por Su amor. Al mismo tiempo renuncio de todo corazón a todo aquello que Le desagrade.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero tenerte como único objeto de mi amor. Sé pues, mi protector en esta vida y garantía de la vida eterna. Sé fortaleza en mi debilidad e inconstancia. Sé propiciación y desagravio por todos los pecados de mi vida. Corazón lleno de bondad, sé para mí el refugio en la hora de mi muerte y mi intercesor ante Dios Padre. Desvía de mí el castigo de Su justa ira. Corazón de amor, en Ti pongo toda mi confianza. De mi maldad todo lo temo. Pero de Tu Amor todo lo espero. Erradica de mí, Señor, todo lo que Te disguste o me pueda apartar de Ti. Que Tu amor se imprima tan profundamente en mi corazón que jamás Te olvide yo y que jamás me separe de Ti.

Señor y Salvador mío, te ruego, por el amor que me tienes, que mi nombre esté profundamente grabado en tu Sagrado Corazón; que mi felicidad y mi gloria sean vivir y morir en Tu servicio. Amén.

Sea cual sea el método que uses para consagrar tu hogar al Sagrado Corazón, el énfasis debe recaer en la preparación espiritual. No es simplemente una actividad en la que colocas una imagen de Jesús en un lugar notorio de tu hogar.

Similar a la consagración al Inmaculado Corazón de María, se centra en unir el corazón al de Jesús para que sea uno con Él en todas las cosas.

(Fuente: Aleteia)

Cómo ser una madre espiritual que ayude a crecer a muchos

Cómo ser una madre espiritual que ayude a crecer a muchos

Jack Frog | Shutterstock

Se trata sobre todo de llevar a las personas en el corazón.

Para millones de madres, la maternidad espiritual es ante todo un “nacimiento a la vida adulta”. Después de haberle dado la vida o haberlo recibido en el hogar, hay que ayudar al niño a crecer y construirse para que un día pueda volar con sus propias alas. Ayudarle a lograr plenamente la talla de hombre o de mujer.

Más allá de eso, la cuestión es ayudar al niño a lograr aquello para lo que fue creado: amar a Dios, Padre, Hijo y Espíritu, y dejarse amar y transformar por Él hasta convertirse en la obra maestra única que Dios quiere hacer de él o ella.

Un auténtico nacimiento a la vida espiritual que se realiza a través del apego a Cristo, Camino, Verdad y Vida, a la Iglesia y a María, modelo de maternidad.

Más concretamente, “la madre espiritual ayuda a su hijo a crecer en la fe, la esperanza y la caridad, a través de la transmisión de las grandes verdades que enseña la Iglesia y del arraigamiento en la vida sacramental y la palabra de Dios”, explica el padre Roger Nicolas.

La primera formadora

En este ámbito, el ejemplo y el testimonio valen más que los discursos bonitos. “Si la fe es vital para la madre, lo será también para los hijos”, asegura el padre Nicolas.

Según la experiencia de Florence: “Yo vi a mi madre ir a misa todos los días de su vida con tal fervor que nunca necesitó sermonearme para que yo fuera cada domingo. Su ejemplo era suficiente”.

Esto no dispensa a la madre de una transmisión explícita de la fe por la palabra. ¿Cuántos santos o humildes cristianos no aprendieron las grandes oraciones o verdades de la vida cristiana sobre el regazo de su madre?

Celia Martin invitaba a sus hijas a “poner perlas en sus coronas”, es decir, a hacer buenas acciones o pequeños sacrificios para “convertir a un pecador” o “consolar a Jesús”.

Florence enseña a sus hijos a vivir la comunión de los santos:

“Mi hija de 11 años ha tenido una gran decepción en la escuela. Lo he pasado fatal por ella. Pero le he propuesto ofrecer junto a ella su pena por un niño japonés que lo había perdido todo por un tsunami”.

“Hay que enseñar a los niños a ofrecer las penas, pero también las alegrías”, insiste Olivia, que “no pierde oportunidad” de incitar a sus hijos a la alabanza y a la acción de gracias “por todos los regalos que nos hace Dios y que hay que saber reconocer”.

De este modo, ser madre espiritual de un hijo o una hija significa regocijarse y dar gracias con él o ella en la alegría. O compartir su sufrimiento y ayudarle a “sublimarlo”, ofreciéndolo con él o ella.

“Es una participación en la maternidad de María, cantando el Magnificat en casa de Isabel y sufriendo con su Hijo al pie de la cruz, ofreciéndose con Él al Padre para la salvación del mundo”, explica el padre Roger Nicolas.

La fuerza de la oración de las madres

También significa enseñarles a decir “sí”. En las pequeñas cosas, primero, a través de la obediencia al educador y la fidelidad al deber de estado (hacer bien sus deberes, poner la mesa), para que un día pueda hacerlo en las cosas más grandes.

De forma más amplia, implica enseñarles a cumplir la voluntad de Dios. La madre se entrega también en ello, como santa Mónica por su hijo Agustín, ofreciendo y rezando personalmente por su hijo. Es el sentido del movimiento de “La Oración de las Madres”, extendido por el mundo entero.

Pero el corazón de una madre es más grande que el templo de Jerusalén, es decir, que la maternidad espiritual de la madre sobrepasa el círculo de sus hijos.

Uniéndose a la de las contemplativas y, más ampliamente, a la de todos los bautizados, se ejercita en favor del prójimo, del vecino de rellano que comparte una confesión o del misionero del extremo del mundo de quien no conoce ni el nombre ni sus problemas concretos.

“Ser su madre espiritual”, explica el padre Roger Nicolas, “es llevarles en su corazón; confiarlos al Señor, con sus preocupaciones humanas y espirituales; no por pedir alguna gracia particular, porque no sabemos lo que quiere Dios, sino para que Él pueda realizar sus propósitos de amor sobre ellos”.

De forma más general, es ofrecer y rezar por las almas. Para su salvación y, mejor aún, su santificación. “Acercar las almas a Dios”, dice la Iglesia. En ello, la madre se une a la carmelita.

Maternidad espiritual es entrega

Pero la maternidad espiritual de la madre hacia el prójimo no se paga solamente con oraciones y ofrendas, sino que se vive a través de la entrega de sí misma, en una caridad muy concreta, materializada por verbos como ayudar, escuchar, visitar… Resumiendo: amar.

Para la madre, el prójimo más próximo es su esposo, el padre de sus hijos. Él necesita del corazón de madre tierno, generoso y comprensivo de su esposa.

“Tienes que amar a tu marido”: esta frase la recibió Florence en el confesionario y la marcó, y la repite una y otra vez “para mantener el rumbo de lo que va primero”.

“La madre ama con un corazón indulgente y compasivo, dispuesto a comprender, consolar y perdonar, a imagen del de María”, enfatiza el padre Roger Nicolas.

“La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo”, dice san Juan (16,21).

La maternidad espiritual está hecha a imagen de la maternidad según la carne: la cruz y la alegría se mezclan en ella.

Para vivirla con fecundidad, la ayuda de María es preciosa: “Ella es a la vez modelo, desde la Anunciación hasta el Calvario, y auxilio, tanto en la luz como en la noche”, concluye el sacerdote Roger Nicolas.

Por Elisabeth de Baudoüin

(Fuente: Aleteia)

Intimidad espiritual con la pareja: ¿hasta dónde?

Intimidad espiritual con la pareja: ¿hasta dónde?

¿La relación con Dios debe formar parte del “jardín secreto” o, por el contrario, hay que permitir que esposo y esposa entren en él?

Juana y Pablo, casados desde hace dieciséis años, desearían ir más lejos juntos en su relación matrimonial.

“Compartimos los temas relativos a los grandes ámbitos de nuestra vida pero, cuando se trata de nuestra vida espiritual, sufrimos de un mutismo que nos sorprende”, confiesan un poco decepcionados por una actitud que no comprenden, aunque aspiran a una intimidad más profunda.

Como les sucede a muchas parejas cristianas, Pablo y Juana tienen cada uno una relación personal fuerte y viva con el Señor.

Ambos desearían que poder compartir esta intimidad los anclara más sólidamente aún en la verdad y profundidad de su sacramento de matrimonio, así como en la relación conyugal en sí.

Una intimidad así, para la que no hay una regla universal, claramente necesita unos requisitos previos.

La aventura de una fe compartida
Para poder compartir su intimidad espiritual, la pareja debe ser estable, compartir cierto número de valores y actitudes -como la honestidad en la relación, la reciprocidad, la confianza mutua,…- y, por supuesto, el deseo de crecer juntos en la fe.

Sin embargo, hay preguntas que pueden surgir y frenar el impulso de entrar en esta aventura (¡porque realmente es una aventura!): “¿Dios no va a pedirnos más de lo que podamos hacer? ¿No sentiré vergüenza de hablar de mis dudas o mis debilidades con mi pareja? ¿No me volveré vulnerable?”.

A veces deseamos abrir solo al Señor las miserias que nos habitan a cada uno; siguen siendo un secreto bien guardado que es legítimo no querer divulgar: el Señor vendrá, en lo más íntimo de nuestro corazón, a aplicar su bálsamo divino.

Pero nuestro cónyuge es esa persona a la que hemos ligado nuestra vida. Hasta la muerte, dijimos el día de nuestra boda…

Y no solo tenemos lados oscuros para compartir. También encontramos a lo largo de nuestro camino espiritual, iluminado y enriquecido por la lectura de la palabra de Dios, descubrimientos, alegrías, esperanzas que nos atraviesan y nos hacen crecer.

Abrirnos a nuestro cónyuge sobre los que nos enseña Dios, sobre su presencia en nuestra vida, es abrir la flor y nata de nuestra alma a nuestro ser amado.

Además, fundamentalmente, ¡nuestro cónyuge no es un cualquiera! ¡Nuestro amado es nuestro amado! No busquemos otro en el cielo.

La vida espiritual no es una vida para la esquizofrenia. Si hemos meditado bien la bendición que el sacerdote pronunció en nuestra boda, sabemos que, desde que somos esposos, nos convertimos, por gracia, en “el uno para el otro el sacramento de la presencia de Cristo”.

Eso quiere decir que el mejor medio que tenemos de reunirnos con Cristo, de comunicarnos con Él, de decirle y demostrarle nuestro amor, es pasar uno a través del otro.

Lo que dice san Juan del amor de Dios (1 Jn 4,12) es más cierto aún para los esposos cristianos: el único medio que tienen para amar, de hecho y en verdad, a Dios, a quien nunca han visto, es amarse mutuamente.

Entonces sí, el amor de Dios alcanzará su perfección en la pareja (1 Jn 4,17).

Por Marie-Noël Florant

(Fuente: Aleteia)