Parroquia El Buen Pastor – República Dominicana

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Rumbo a Pentecostés: Comienza la Novena al Espíritu Santo

Rumbo a Pentecostés: Comienza la Novena al Espíritu Santo

El próximo domingo 23 de mayo la Iglesia celebrará Pentecostés, que es la venida del Espíritu Santo a los apóstoles, y por eso, para estar preparados, presentamos una novena en honor a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.

La Novena en honor al Espíritu Santo es la más antigua de todas las novenas, ya que se hizo por primera vez bajo la dirección de nuestro Señor mismo, cuando envió a sus apóstoles de regreso a Jerusalén para esperar la venida del Espíritu Santo en el primer Pentecostés.

Sigue siendo la única Novena prescrita oficialmente por la Iglesia Católica. Dirigida a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es una poderosa súplica por la luz, la fuerza y ​​el amor que tanto necesita todo cristiano, especialmente en estos tiempos difíciles.

Durante la Solemnidad de Pentecostés de 2020, el Papa Francisco indicó que “el Espíritu Santo es el fuego que quema los pecados y crea hombres y mujeres nuevos. Es el fuego de amor con el que los discípulos podrán ‘incendiar’ el mundo”.

“La fiesta de Pentecostés renueva la conciencia de que en nosotros habita la presencia vivificante del Espíritu Santo. Él también nos entrega la valentía de salir fuera de los muros protectores de nuestros ‘cenáculos’, sin caer en el descanso de una vida tranquila o encerrarnos en costumbres estériles”, agregó.

El Santo Padre, al finalizar el rezo del Regina Coeli del 31 de mayo de 2020, señaló que la humanidad necesita la acción del Espíritu Santo para salir más unida de la crisis causada por la pandemia de coronavirus.

Tenemos mucha necesidad de la luz y de la fuerza del Espíritu Santo”, afirmó el Pontífice. “La necesita la Iglesia para caminar concorde y con valentía testimoniando el Evangelio. Y la necesita la entera familia humana, para salir de esta crisis más unida y no más dividida”, subrayó.

A continuación, la novena por la Unción del Espíritu Santo:

(Fuente: Aciprensa)

Papa Francisco: Que el Espíritu Santo nos ayude a difundir el amor y la verdad de Dios

Papa Francisco: Que el Espíritu Santo nos ayude a difundir el amor y la verdad de Dios

Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa

El Papa Francisco expresó su deseo de que el Espíritu Santo ayude a todos a difundir el amor y la verdad de Dios.

“Que el Espíritu Santo nos haga crecer constantemente en el conocimento de Dios, de modo que podamos difundir su amor y su verdad en el mundo”, escribió el Santo Padre este jueves 20 de agosto en su cuenta de Twitter.

A finales de mayo de este 2020, cuando la Iglesia celebró la Solemnidad de Pentecostés, el Papa Francisco recordó que “el Espíritu Santo es el fuego que quema los pecados y crea hombres y mujeres nuevos. Es el fuego de amor con el que los discípulos podrán ‘incendiar’ el mundo. Ese amor de ternura que prefiere a los pequeños, a los pobres, a los excluidos”.

“En los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación recibimos el Espíritu Santo con sus dones: entendimiento, sabiduría, ciencia, consejo, piedad, fortaleza y temor de Dios”.

“Este último don, el temor de Dios, es, precisamente, lo contrario del miedo que paralizaba a los discípulos: es el amor por el Señor, es la certeza de su misericordia y de su bondad, es la confianza de poder moverse en la dirección por Él indicada sin que no nos falte nunca su presencia y su apoyo”.

“La fiesta de Pentecostés renueva la conciencia de que en nosotros habita la presencia vivificante del Espíritu Santo. Él también nos entrega la valentía de salir fuera de los muros protectores de nuestros ‘cenáculos’, sin caer en el descanso de una vida tranquila o encerrarnos en costumbres estériles”.

(Fuente: Aciprensa)

 

Significado de los 7 dones del Espíritu Santo

Significado de los 7 dones del Espíritu Santo

Espíritu Santo. Crédito: Waiting for the Rules (CC-BY-2.0)

Desde la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, en Pentecostés, los cristianos son conscientes de los dones con los que asiste al creyente la tercera Persona de la Trinidad.

El Catecismo de la Iglesia católica, en el número 1830, explica que “la vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo”.

Descubramos, entonces, cuáles son y en qué consisten estos dones:


1. Sabiduría
Es el don de entender lo que favorece y lo que perjudica al proyecto de Dios. Él fortalece nuestra caridad y nos prepara para una visión plena de Dios.

El mismo Jesús nos dijo: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros” (Mt 10, 19-20).

La verdadera sabiduría trae el gusto de Dios y su Palabra.

2. Entendimiento
Es el don divino que nos ilumina para aceptar las verdades reveladas por Dios. Mediante este don, el Espíritu Santo nos permite escrutar las profundidades de Dios, comunicando a nuestro corazón una particular participación en el conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la intimidad del mismo Dios.

El Señor dijo: “Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahveh” (Jer 24,7).

3. Consejo

Es el don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar y escuchar. Es la luz que el Espíritu nos da para distinguir lo correcto e incorrecto, lo verdadero y falso.

Sobre Jesús reposó el Espíritu Santo, y le dio en plenitud ese don, como había profetizado Isaías: “No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas. Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra” (Is 11, 3-4).

4. Ciencia
Es el don de la ciencia de Dios y no la ciencia del mundo. Por este don el Espíritu Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues “nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11).

5. Piedad
Es el don que el Espíritu Santo nos da para estar siempre abiertos a la voluntad de Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría.

Si Dios vive su alianza con el hombre de manera tan envolvente, el hombre, a su vez, se siente también invitado a ser piadoso con todos.

En la Primera Carta de San Pablo a los Corintios escribió: “En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo” (1Co 12, 1-3).

6. Fortaleza
Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día a día de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe. Recordemos el valor de los mártires. Nos da perseverancia y firmeza en las decisiones.

Los que tienen ese don no se amedrentan frente a las amenazas y persecuciones, pues confían incondicionalmente en el Padre.

El Apocalipsis dice: “No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap 2,10).

7. Temor de Dios
Este don nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar.

Por eso, Jesús siempre tuvo cuidado en hacer en todo la voluntad del Padre, como Isaías había profetizado: “Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh” (Is 11,2).

(Fuente: Aleteia)