Parroquia El Buen Pastor – República Dominicana

Valor del Mes:
Honestidad
Lema del Mes:
"Hágase en mí según tu palabra" (Lc. 1, 38)

630 familias fueron beneficiadas del programa Alimentando la Esperanza 2021

630 familias fueron beneficiadas del programa Alimentando la Esperanza 2021

«Dios ama a quien da con alegría» 2 Co. 9,7.

Damos gracias a Dios porque 630 familias fueron beneficiadas con tu aporte al programa Alimentando la Esperanza, de la Pastoral Social de nuestra parroquia El Buen Pastor.

Con esta iniciativa que se realiza cada Navidad, la parroquia pudo recolectar alimentos no perecederos para los hogares de los sectores San Luis, La Bomba, La Esperanza y La Caobita, con el fin de garantizar una cena digna.

La obra fue realizada y estamos alegres. 

Que el Niño Jesús siga creciendo cada día en nuestros corazones. 

Bendiciones.

“Me crié queriendo ayudar a los demás”

“Me crié queriendo ayudar a los demás”

Cortesía de El Caribe / Mamá Chicha agradece a monseñor Cedano que la ayudó a crear la fundación Ministerio Penitenciario Cárcel de Najayo.

Mamá Chicha fue una de las finalistas durante el premio Mujeres que Cambian el Mundo del Banco BHD León

A pesar de ser una persona iletrada, María Altagracia Peralta es una de esas mujeres que cambian el mundo, pues su labor de más de 30 años dedicada a asistir y salvaguardar la dignidad de las personas reclusas en la cárceles del país así lo confirman.

Aunque en sus inicios realizaba una labor de manera informal, todo cambió cuando fue a visitar a una amiga a la cárcel de Rafey, pues al darse cuenta de las condiciones en que vivían las reclusas “me dije que me iba a dedicar a ayudar a esas gentes, que ese iba a ser mi trabajo”.

Además de proveerles los artículos más básicos a mujeres y hombres que cumplen penas, también les lleva la palabra de Dios, pues cree con fervor que a través de la misma pueden cambiar su conducta ante la sociedad, es por eso que “siempre que llega la guagua a la cárcel, les digo a los reclusos, miren ustedes no vinieron a estar presos, ustedes vinieron a conocer de Dios”.

A sus 82 años, Mamá Chicha como todos la conocen, mantiene con ellos una relación de afecto, de acompañamiento y de ayuda espiritual, pues su objetivo es ayudarlos con su rehabilitación.

1. Circunstancias familiares

Nací en un campo de Puerto Plata, tuve una niñez muy pobre, muy triste, pasaba mucha hambre. De niña siempre decía que cuando fuera grande mi mamá no volvería a pasar trabajo, por eso trabajé en casas de familia, me gustaba ganarme el peso para ella. Cuando niña era rubita, un fosforito, medio tremendita, me daban muchas pelas, hasta me llegaron a vestir de saco para que no saliera de la casa, pero desde que mamá salía me desamarraba, me quitaba esa ropa y me iba a jugar, a tumbar mango para un sitio que le llamaban Cafemba. Cuando tenía como 10 años trabajé donde Luis Pelegrín, el único restaurante que había, mi mamá no quería, pero me le iba. Me crié queriendo siempre ayudar a los demás. No me gustaba estudiar, mamá me daba palos para que fuera a la escuela, pero mejor me iba a trabajar. Varias veces Trujillo le puso multas a mi mamá porque no iba a la escuela, me quedé en primer curso, era que no me gustaba”.

2. Dura realidad

Mi mamá se llamaba Blanca Peralta, ella también trabajaba en casa de familia, éramos tres hermanos, Ramonita era la mayor, y Sigfrido el menor, hijos de Francisco Polanco, mi papá de crianza, quien trabajaba en una empresa de café que le llamaban Paiwonski, le pagaban 5 pesos semanales, allí también trabajé, me pagaban 10 cheles, pero no duré mucho. Recuerdo que él pagaba 5 pesos de casa y era difícil conseguir ese dinero. Aunque no sé leer, sí se contar, sé muchas cosas, nunca me apuré por aprender, lo que me gustaba era ganar dinero para ayudar a mi mamá, porque la quería demasiado y también a mi familia. En esa época la vida era muy difícil, uno se sentaba a comer batata con leche si había, cuando el arroz se ponía escaso comíamos una harina que le llamaban caquito. Le doy gracias a Dios que después que me hice mujer puede ayudar a mi mamá”.

3. Su amiga y confidente

Recuerdo mucho a una amiga que se llamaba Regina, era una señora mayor, era la única que tenía, porque los demás eran varones. A ella le contaba todo lo que me pasaba, le contaba del hambre que pasaba. Para esa época no había facilidad para conseguir las cosas, antes uno cambiaba ropa por un pollo, en mi casa lo hacíamos, pasábamos mucha hambre. Siempre le decía a mi amiguita Regina que cuando fuera grande no íbamos a pasar más hambre, le decía que le iba a comprar su casa a mi madre y así fue”.

4. Llegada a la capital

Vine a la capital en los años 50 con mi primera pareja, vivíamos en Villa Duarte, allí puse un negocito de vender comida. Luego, dos días antes de la revolución del 65 volví a Puerto Plata, porque mi mamá estaba dando gritos pensando que me podía pasar algo. Papy Clande, coronel de la Marina, me aconsejó que fuera a verla para que ella no viniera para acá porque podía pasar una tragedia. En ese tiempo mataron a la mamá de mi papá de crianza cruzando el Puente Duarte, ella había venido a la capital a ver a su hijo que era guardia. Cuando me llamaron para decírmelo ya yo estaba en el campo. Después de unos días volví a Los Molinos, pues tenía mi negocio en la Calle 5. Después nos desalojaron, Papy Clande y Soto Then que eran como mis hermanos me ayudaron a buscar una casa y me regalaron tres mil pesos, con eso compré un apartamento en el barrio Ámbar, en la Venezuela, eran unos edificios que Balaguer había hecho, recuerdo que me costó mil 900 pesos. Fui balaguerista hasta la muerte, para mí él no era malo, aunque no era política veía como trabajaba, hacia buenos edificios y no había quien le robara, de una vez lo quitaba. Estuve siempre al lado de doña Emma, para ese tiempo ya visitaba las cárceles”.

5. Esposo e hijos

Tuve mi primera pareja a los once años, se llamaba Pablito Brugal, era un señor rico, que daba casa y de todo. Siempre le decía a mi amiga Regina que tenía que sacar a mi mamá y a mi familia adelante, por eso trabajé bastante para que mis hijos se prepararan, siempre iba a sus escuelas para saber cómo estaban en sus clases. Luego, conocí al padre de mis dos hijas, Pedro Hernández, fallecido, era marino mercante, un hombre muy bueno, nos conocimos en Puerto Plata, duramos 50 años juntos. Fue un excelente esposo y padre. Tengo cuatro hijos, los dos mayores, una hembra y un varón de mi primera relación, él los crió como si eran suyos. Con él tuve dos hijas. Mis hijos se llaman José Augusto Peralta, Miriam Mejía, Inés María Hernández y Bertha Ivelisse Hernández. También tengo uno de crianza, Luisito Hernández, está conmigo desde los 9 días de nacido, es hijo de una sobrina mía. Aunque pasé mucha hambre y tuve una niñez muy triste, le doy gracias a Dios que crié a mis hijos bien, todos profesionales, todos ellos tienen sus diplomas, siempre decía que ellos no iban a pasar trabajo como yo, que iban a aprender lo que yo no aprendí y gracias a Dios lo logré. También tengo 9 nietos, todos profesionales”.

6. Reencuentro

Mi papá verdadero me abandonó, nunca me reconoció, le decían Bellé Polanco, era riquísimo, lo conocí después de ser una mujer hecha y derecha. Me contó mamá que una vez él le dijo que cuando me muriera mandara a buscar una vaca, por eso ella nunca quiso que lo conociera. Lo conocí porque uno de sus hijos quería conocerme, entonces fui al campo, al Ranchito Los Peralta, recuerdo que para llegar había que pasar en burro. Ese encuentro fue inolvidable, ahí estaba también mi abuela, nos abrazamos, lloramos, ellos me decían que mi mamá no quería que los viera, pero era mentira, ella siempre decía que lo que mi papá hizo con ella no fue fácil. Después de que nos conocimos lo perdoné, nos llevábamos muy bien, incluso mis hijos iban al campo a visitarlo. Mi papá murió hace 8 años. Siempre voy donde mis hermanos, creamos un vínculo familiar”.

7. Vida religiosa

En la Iglesia San Miguel conocí al padre Salvador, para ir tenía que cruzar en yola, iba todos los domingos a misa y llevaba a mis hijos, pero luego lo trasladaron y llegó el padre Máximo, él fue que me sugirió que me casara con Pedro, que ya teníamos muchos años juntos, y me sugirió que conociera el Santísimo. Luego, en 1932 me fui a la Iglesia el Buen Pastor con el padre Salvador, ahí conocí del Santísimo hace 32 años. Recuerdo que desde la Iglesia San Miguel, con el padre Salvador visitaba la cárcel de La Victoria, pero un día fui a visitar una amiga que estaba presa en la Cárcel de Rafey y cuando vi ese panorama me medio mucha tristeza, entonces me dije que ese iba a ser mi trabajo, que me iba a dedicar a ayudar a esas gentes. Aunque hacía ese trabajo de manera informal, lo empecé a tomar más en serio, pero no estaba constituida. Cuando trasladaron al padre Salvador del Buen Pastor, llegó monseñor Cedano, recuerdo que él me dijo que tenía que dar a conocer mi labor, que de esa manera iba a dejar de andar pidiéndole a la gente, entonces me ayudó a crear la fundación, me dijo que se iba a llamar Ministerio Cárcel de Najayo. Monseñor me enseñó a vivir, era un obispo que parecía un santo dando consejos, me enseñó a no hablar mentiras, a ser realista con las cosas. Estuve a su lado 15 años, hasta su muerte. Quiero al padre Salvador, él también me enseñó muchas cosas, pero como monseñor Cedano creo que a ninguna persona, para mí el fue como mi papá”.

8. Ministerio Penitenciario de Najayo Mamá Chicha

A través del ministerio no solo buscamos llevarles a los presos alimentos, ropas y medicinas, sino también la palabra de Dios, ellos son como mi familia. Para la Navidad les hacemos su comida con cerdo asado, les llevamos frutos navideños, regalos, de todo para que puedan celebrar dignamente. Celebramos con ellos el día del padre o de la madre, les hacemos su habichuela con dulce para Semana Santa. Antes iba también a La Romana y a San Pedro, pero tuve que dejar de hacerlo porque el dinero no alcanzaba. Lo que necesito es que la gente me ayude más, aunque no me quejo porque Dios me ayuda, todos los días en las mañanas le pongo mi trabajo a sus pies y cuando vengo a ver en la tarde ya tengo todo para llevarles a los reclusos. También, muchos de los que han cumplido condena de aquí y de otros países me dan ayuda para seguir trabajando”.

9. Capillas en las cárceles

Tocando puertas hemos hecho 8 capillas, una en Haras Nacionales, en San Pedro, Najayo Mujeres y Najayo hombres, en el 15 de Azua y en Baní, donde además construimos un comedor. Teníamos pensado construir otras, pero vino la pandemia y se paró el proyecto. Esas capillas y comedores las hicimos con ayuda de don Hipólito Herrera de la Asociación Popular, y su secretaria, doña Adelina, no tengo como pagarles su ayuda. También a Anthony Bernal, dueño de Boddy Shop; Carlos del Pino, doña Matilde Farach y su esposo nos ayudaron mucho, entre otras personas en particular. En Najayo donamos unas máquinas de ebanistería que me regalaron y junto a un preso que sabía de eso hicimos un taller para que los reclusos aprendan un oficio”.

10. Satisfacción

Me siento satisfecha porque muchas internas me dicen que después de que llegué, sus vidas han cambiado, que me quieren mucho, les dicen a mis hijos que ellos son hermanos, que yo soy su mamá. Incluso a mí me decían Chicha, pero los presos empezaron a llamar mamá Chicha y así se me quedó el nombre. Algunas veces me llaman para que les lleve pantis, desodorantes, detergente, toallas, pintalabios, esmaltes, entre otras cosas, voy cada 15 días a llevarles, saco un día para ir a cada cárcel, además me gusta visitar los asilos de ancianos. En la pandemia no dejé de trabajar, sino podía ir, enviaba todo con un chofer. Me siento tan contenta cundo exreclusas me llaman desde España para saludarme, para enviar ayuda para las internas de Najayo. Recuerdo una vez en Puerto Rico me encontré con una exreclusa puertorriqueña, cuando ella me vio cruzó la calle corriendo y me abrazó. También hay unos colombianos que ya se fueron luego de cumplir su condena, siempre me llaman y hasta me envían ayuda para que siga ayudando a los reclusos”.

Trabajo arduo

Creo que por primera vez en este país se están haciendo las cosas bien. Creo que el presidente Abinader está trabajando como debe ser, pero también la primera dama, Raquel Arbaje sabe hacer su trabajo, a ella no le interesa para nada beneficiarse en nada. Cuando ella visitó la cárcel me mandó a llamar, esa mujer está haciendo un buen trabajo, es una mujer sencilla, como ella creo que no ha llegado nunca una primera dama a este país. Esa señora me ha llenado, ella fue que me puso la medalla en la premiación Mujeres que Cambian el Mundo del banco BHD.

Aunque tengo mi ministerio nunca me he metido en concursos, siempre han sido otras personas que me han postulado, porque al igual que monseñor Cedano me dicen que si no doy a conocer mi trabajo, nadie se dará cuenta de lo que hacemos”.

Entrega

De niña siempre decía que cuando fuera grande mi mamá no volvería a pasar trabajo, por eso trabajé en casas de familia, quería ganarme el peso para ella”.

Consejo

Siempre que llega la guagua a la cárcel, les digo a los reclusos, miren ustedes no vinieron a estar presos, ustedes vinieron a conocer de Dios”.

Agradecimiento

Aunque tuve una niñez muy triste, le doy gracias a Dios que crié a mis hijos bien, todos son profesionales, todos ellos tienen sus diplomas”

(Fuente: El Caribe)

Evangelio del domingo 9 de enero de 2022

Evangelio del domingo 9 de enero de 2022

Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22):

En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».
Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:
«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».

Palabra del Señor

Esta es la intención de oración del Papa Francisco para enero de 2022

Intención de oración del Papa Francisco para enero de 2022

La Red Mundial de Oración del Papa dio a conocer la intención de oración del Papa Francisco para este mes de enero, el primero del año nuevo 2022.

“El Papa Francisco confía cada mes a su Red Mundial de Oración, intenciones de oración que expresan sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la misión de la Iglesia”, afirma el sitio web de la iniciativa.

“Su intención de oración mensual es una convocatoria mundial para transformar nuestra plegaria en «gestos concretos», es una brújula para una misión de compasión por el mundo”, agrega.

La intención del Santo Padre para el mes de enero de 2022 es “Educar para la fraternidad”.

“Recemos para que todas las personas que sufren discriminación y persecución religiosa encuentren en las sociedades en las que viven el reconocimiento de sus derechos y la dignidad que proviene de ser hermanos y hermanas”, afirma.

(Fuente: Aciprensa)

Evangelio del domingo 2 de enero de 2022

Evangelio del domingo 2 de enero de 2022

Lectura del santo evangelio según san Juan [1, 1-18]

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra del Señor

Evangelio del domingo 26 de diciembre de 2021. Día de la Sagrada Familia

Evangelio del domingo 26 de diciembre de 2021. Día de la Sagrada Familia

Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,41-52)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Palabra del Señor

Los valores cristianos de Encanto, la exitosa película basada en motivos colombianos

Los valores cristianos de Encanto, la exitosa película basada en motivos colombianos

Walt Disney Productions

La producción animada de Disney que se exhibe en todo el mundo destaca las maravillas colombianas, pero en ella también emergen grandes símbolos religiosos

La historia de la familia Madrigal es un agitado recorrido por la diversidad colombiana representada en animales como los tucanes y los chigüiros; el ajiaco, comida típica de los bogotanos; el paisaje multicolor de Caño Cristales; la riqueza rítmica de la cumbia, la salsa y el vallenato; las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez y su novela Cien años de soledad, y, por supuesto, las víctimas de las violencias de muchas décadas.

La sexagésima producción de Walt Disney Productions es una emotiva fantasía musical dirigida por los estadounidenses Byron Howard, Jared Bush y Charise Castro Smith y musicalizada por el neoyorquino Lin-Manuel Miranda. En sus 109 minutos de duración, las voces de reconocidos artistas de Colombia, Estados Unidos y otros países, les dan vida a muchos personajes de ficción, tan típicamente colombianos como el café, al que en este país se le llama “tinto”.

Alma y la vela

La película comienza con un sutil manejo del momento en el que Pedro Madrigal, el padre de la familia, es asesinado en una zona rural, obligando a Alma –la esposa y madre– a huir junto con sus tres hijos menores de edad.

En esta parte, es evidente el drama de la violencia padecida por Colombia durante décadas y el consecuente desplazamiento forzado de miles de personas a otras regiones o a las grandes ciudades. Allí adquiere protagonismo la señora Alma (soplo de vida, según la Biblia), la matrona que se encarga de sacar adelante a su familia sin tener la compañía del esposo.

Es ella la que toma del suelo una enorme vela que siempre debe estar encendida en casa y que todos en la familia Madrigal deben evitar que se extinga. Y luego, en una reunión con hijos, nietos y vecinos, les dijo con claridad: “Hace muchos años esta vela bendijo a nuestra familia con un milagro: nuestra casa”.

Para fray Hevert Lizcano Quintero, de la Orden de los Carmelitas Descalzos, este hecho ya representa un valor del cristianismo en la película. “Esa vela de la casa Madrigal, es Cristo que se consume, la cera es imagen de su naturaleza humana que Él entregó por nosotros, por amor. Y la llama representa su divinidad”, reflexiona.

En entrevista con Aleteia, este sacerdote especializado en Cine en la Universidad Nacional de Colombia, hizo un paralelo con el tiempo de Adviento y afirmó que “la casa [Madrigal] es la corona donde reposa la luz que alimenta a cada miembro con una gracia especial para la comunidad, esa es la grandeza de esa luz que permite que todos sean irradiación de un Dios que vino a servir y no a ser servido”.

Un milagro para la familia

Otro elemento cristiano destacado en Encanto es la recurrente mención a un milagro que comienza con el rescate de la vela prendida y el propósito de Alma de mantenerla viva para que los Madrigal no sufran más desventuras. Ahí es donde aparece Mirabel, la adolescente que no era tenida en cuenta porque no poseía dones mágicos.

Es ella la que le pone fe al significado de la luz al establecer el nexo entre la vela encendida, el milagro de tener una casa y la necesidad de la unidad familiar –otro valor del cristianismo–.

Al analizar el papel de Mirabel como articuladora del milagro de mantener unidos a los Madrigal, el padre Lizcano Quintero recalca lo siguiente:

“Los cristianos sabemos que no podemos ser luz, ni la fuente de la luz, pero sí podemos ser irradiación de ella en un mundo que lucha por apagar a Cristo en medio de la oscuridad que genera el odio”.

Pero hay más ingredientes cristianos a destacar en la película que durante su primer mes de exhibición ha recaudado más de 170 millones de dólares. Uno de ellos es el perdón que se resume en una emotiva escena a la orilla de un río donde la dominante abuela Alma –que no creía en Mirabel– abraza a su nieta, le pide perdón por los errores cometidos, le agradece por mantener viva la vela y salvar a la casa y su familia.

También es notable el trabajo de los vecinos que fueron solidarios con los Madrigal en la adversidad y les ayudaron a reconstruir su casa. Otro aspecto que tiene una connotación católica en Encanto es la referencia a la ‘Noche de las velitas’, una tradición colombiana que todos los 7 de diciembre saluda a la Inmaculada Concepción con el encendido de millones de velas en casas, calles, parques y plazoletas de todos los pueblos del país.

Es evidente el homenaje de Disney a Colombia con el realismo mágico de García Márquez; la palma de cera, árbol nacional; animales exóticos como el tapir y el jaguar; la ruana y el sombrero ‘vueltiao’, elementos del vestuario cotidiano; el tiple y el acordeón, dos de los instrumentos musicales insignias de la nación. De igual manera, quizá sin que los productores se lo hayan propuesto, se destacan otros componentes de una nación mayoritariamente católica: el sacerdote, el templo parroquial y la resiliencia.

(Fuente: Aleteia)

Tráiler oficial:

Papa Francisco escribe una carta a los matrimonios de todo el mundo

Papa Francisco escribe una carta a los matrimonios de todo el mundo

Photo by Filippo MONTEFORTE / AFP

El papa Francisco ha enviado un mensaje de esperanza a los matrimonios ante los tiempos difíciles de la pandemia en la Fiesta de la Santa Familia de Nazaret.

«Los numerosos desafíos no pueden robar el gozo de quienes saben que están caminando con el Señor. Vivan intensamente su vocación. No dejen que un semblante triste transforme sus rostros.

Su cónyuge necesita de su sonrisa. Sus hijos necesitan de sus miradas que los alienten. Los pastores y las otras familias necesitan de su presencia y alegría: ¡la alegría que viene del Señor!”

Asimismo recordó a los esposos su fecundidad en la sociedad y cómo ejemplo para los jóvenes también con motivo del Año “Familia Amoris Laetitia”, instituido por el Papa Francisco en el quinto aniversario de su exhortación apostólica post-sinodal.

La misiva publicada este domingo, 26 de diciembre, evoca la alegría del amor en la familia, en el año dedicado a la familia, que se abrió el 19 de marzo de 2021 y concluirá el 26 de junio de 2022 con el X Encuentro Mundial de la Familia en Roma.

Los hijos son un regalo

El papa Francisco ha enviado una carta a los matrimonios en la que dice que los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia.

Los hijos “están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza”. Por ello, remarcó la importancia de la paternidad y la maternidad.

Invitó a los matrimonios a ser generativos “para dar a sus hijos el gozo de descubrirse hijos de Dios. “Este descubrimiento puede dar a sus hijos la fe y la capacidad de confiar en Dios”.

La pandemia y las dificultades

Durante la pandemia, el Papa dijo tener siempre presente a las familias “con humildad, cariño y acogida a cada persona, a cada matrimonio y a cada familia en las situaciones que estén experimentando”.

En la Fiesta de la Sagrada Familia invita a mirar hacia Nazaret. “Que san José inspire en todas las familias la valentía creativa, tan necesaria en este cambio de época que estamos viviendo”.

En este sentido, rezó para que “nuestra Señora acompañe en sus matrimonios la gestación de la “cultura del encuentro”, tan urgente para superar las adversidades y oposiciones que oscurecen nuestro tiempo”.

Salir por amor

El Papa cita las palabras con las cuales el Señor llama a Abrahán a salir “hacia una tierra desconocida que Él mismo le mostrará (cf. Gn 12,1).”

Recuerda que asimismo se trata de salir de la “incertidumbre, la soledad, la pérdida de seres queridos” que muchas familias han sufrido.

Algo que les ha impulsado “a salir” de las “seguridades, de nuestros espacios de “control”.

La pandemia ha obligado a salir “de nuestras propias maneras de hacer las cosas, de nuestras apetencias, para atender no sólo al bien de la propia familia, sino además al de la sociedad, que también depende de nuestros comportamientos personales”.

El matrimonio

En su mensaje a los matrimonios pide mantener la relación con Dios que “nos acompaña y nos moviliza como personas y, en última instancia, nos ayuda a “salir de nuestra tierra”.

Igualmente ha manifestado que “Dios está en nosotros, con nosotros y entre nosotros: en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo o estudio, en la ciudad que habitamos.”

Salir para ir a la tierra prometida del amor, “sintiendo la llamada al amor conyugal”, esto es entregarse al “otro sin reservas”.

“Así, ya el noviazgo implica salir de la propia tierra, porque supone transitar juntos el camino que conduce al matrimonio”, expresó.

El amor en las distintas situaciones de la vida. El Papa recuerda el paso de “los días, la llegada de los hijos, el trabajo, las enfermedades”, todas circunstancias que ayudan a los esposos a salir de las “zonas de confort”.

¡No están solos!”

Lo anterior para salir “hacia la tierra que Dios les promete: ser dos en Cristo, dos en uno. Una única vida, un “nosotros” en la comunión del amor con Jesús, vivo y presente en cada momento de su existencia.

Dios los acompaña, los ama incondicionalmente. ¡No están solos!”.

El Papa habló del testimonio de los esposos: “Sepan que sus hijos los observan con atención y buscan en ustedes el testimonio de un amor fuerte y confiable.”

«¡Qué importante es que los jóvenes vean con sus propios ojos el amor de Cristo vivo y presente en el amor de los matrimonios, que testimonian con su vida concreta que el amor para siempre es posible!».

“Los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia. Están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza”, añadió el Papa.

Perdón

El Papa reconoció en el mensaje a los matrimonios que “la ruptura de una relación conyugal genera mucho sufrimiento”.

“Tampoco a los hijos es posible ahorrarles el sufrimiento de ver que sus padres ya no están junto. Aun así, no dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse de alguna manera y no causen aún más dolor entre ustedes y a sus hijos”.

El Obispo de Roma explica que el perdón sana toda herida. “Perdonarse mutuamente es el resultado de una decisión interior que madura en la oración, en la relación con Dios, como don que brota de la gracia con la que Cristo llena a la pareja cuando lo dejan actuar, cuando se dirigen a Él”.

(Fuente: Aleteia)

Sandra Pérez, un gran testimonio en medio de sus dificultades de salud

Sandra Pérez, un gran testimonio en medio de sus dificultades de salud

Sandra Pérez es una hermana de comunidad de nuestra parroquia El Buen Pastor con un gran testimonio en medio de sus dificultades de salud, en donde la fe nunca le ha faltado.

A través de nuestro programa de televisión Siguiendo sus Huellas, ella nos cuenta su historia.

Sandy, cómo también le llaman, padece de Lupus y Artritis reumatoidea, entre otras complicaciones. A pesar de todas las malas noticias que recibió iniciando la pandemia, la paz siempre está con ella.

Afirma que gracias a la ayuda de su comunidad y las oraciones ha podido sobrevivir.

“Si he de morir por esto, muero feliz, en fe, porque estas enfermedades me han hecho crecer”, dice Sandra.

Nuestra hermana sigue necesitando de nuestras oraciones 🙏 y del aporte económico para arreglos en el lugar donde vive, así como para sus medicamentos y alimentación.

Si te sientes motivado a ayudarla, puedes contactar a Cinthia Ferreras al teléfono (829) 712-4097.

¿Que son las bendiciones?

¿Que son las bendiciones?

Catholicpic

Pedir a Dios bendecir una cosa o a alguien, significa pedirle entrar cada vez más dinámicamente en esta espiral de salvación.

Por: Rossana Brichetti Messori | Fuente: Tiempos de Fe, Anio 5, No. 26, Marzo – Abril 2003

Un aspecto importante de la piedad de los fieles, no suficientemente conocido y practi­cado son las bendiciones.

Las bendiciones están comprendidas dentro de los sacramentales. Para entender el significado de esta palabra vamos a tomar las cosas desde más arriba.

Sabemos que la vida de la Iglesia y de cada cristiano se sostiene por los siete sacramentos. Es decir, sobre siete acciones litúrgicas especiales, capaces, a través de signos, palabras, gestos, elementos naturales como el agua, el aceite, el pan y el vino, de trasmitirnos aquella gracia que brota como continuación de la redención realizada por Cristo que nos sumerge en la salvación, es decir, en la vida divina.

Instituidos por el mismo Redentor, son signos eficaces: es decir, realmente trasmiten aquello que prometen; no ciertamente por la fuerza de los gestos y de las palabras de quien los administra o de los poderes de los elementos naturales empleados, sino más allá de la fuerza de todo esto, en virtud del poder salvífico que Jesús mismo ha unido a estos signos.

Así, por ejemplo, aunque el ministro que realiza la acción fuera indigno, si es válidamente ordenado y respeta el rito esencial de los sacramentos que celebra, éstos serían igualmente eficaces para quien los reciba. Siguiendo las directrices de Jesús mismo a través del lenguaje de algunos signos particulares, la redención se hace disponible para cuantos quieran sinceramente participar.

Los sacramentales, en cambio, han sido instituidos por la Iglesia, como cuerpo que es de Cristo, bebiendo de este manantial de gracia del que se llena continuamente, sobre todo en la celebración eucarística.

En el caso específico de las bendiciones, ellas miran sobre todo a dar gloria a Dios: a bendecirlo y a la vez, a invocar su bendición en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, para que venga a nosotros y al mundo la obra de la santificación.

Toda bendición, por tanto, desde la más solem­ne a la más privada, es una acción de gracias que nos sumerge siempre profundamente en el misterio pascual. Y juntamente nos recuerda y nos manifiesta como ella penetra profunda­mente nuestra realidad personal, y la realidad del inundo material que nos rodea, y que como dice San Pablo «gime también él con dolores de parto en espera de la liberación».

Por esto el nuevo «Ritual de las bendiciones», nacido a consecuencia de las disposiciones conciliares, provee de muchas fórmulas para las diversas circunstancias de la vida de las personas. Presenta también otras bendiciones que se extienden hasta abarcar todo lo que acompaña nuestra existencia humana, como por ejemplo la casa, el trabajo, la tierra con sus frutos y los objetos que apoyan nuestra piedad.

Pedir a Dios bendecir una cosa o a alguien, significa pedirle entrar cada vez más dinámicamente en esta espiral de salvación, de tal forma que un mundo sacralizado ayude a su vez al hombre a santificarse. Todo en el seguimiento de Cristo.

Es bello y útil, para un cristiano, por tanto, no sólo participar en las bendiciones más solemnes que organiza su Iglesia local, sino en la óptica que hemos descrito, hacerse promotor en lo posible. Esto se puede hacer de varias formas.

De hecho, el nuevo Ritual de las Bendiciones, dispone que algunas bendiciones solemnes son estricta competencia del Obispo, otras del sacerdote o del diácono y otras de laicos habilitados, como pueden ser los acólitos o los lectores. Pero también simplemente de os padres y las madres de familia, en función de la gracia que desciende del sacramento del matrimonio.

Así, nosotros los laicos debemos continuar pidiendo a los sacerdotes la bendición, por ejemplo de nuestras casas, nuestros lugares de trabajo, nuestros medios de trasporte, la tierra y sus frutos y nuestros objetos de piedad como las imágenes sagradas, las medallas, escapularios, rosarios.

Pero también podemos practicar aquellas bendiciones de las que podemos ser ministros en el ámbito familiar: la bendición de la mesa, los hijos, los novios, nuestros ancianos y enfermos.

Vivimos en un mundo de signos y símbolos. Con ellos Dios inalcanzable se nos hace cercano.

(Fuente: Catholic.net)