Parroquia El Buen Pastor – República Dominicana

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El Papa: Cuidado con vivir la fe sólo de transmisiones

En la misa, Francisco pidió por las mujeres embarazadas en este tiempo de incertidumbre.

El 17 de abril, en la Misa en la Casa Santa Marta del Vaticano, el Papa Francisco habló del riesgo de una fe gnóstica, sin comunidad y sin contacto humano real, vivida sólo a través de transmisiones en directo que “viralizan” los sacramentos. 

Estas palabras las ofreció en su homilía referente al Evangelio del día (Jn 21 1-14), en el que Jesús resucitado se aparece a los discípulos en la orilla después de una pesca infructuosa en el Mar de Tiberíades.

Invitados por el Señor a tirar las redes de nuevo, llenaron las redes con peces. Es una escena –dijo Francisco– que tiene lugar de forma natural, porque los discípulos se habían familiarizado con Jesús.

Nosotros los cristianos, explicó, debemos crecer en esta familiaridad, que es personal pero comunitaria. Una familiaridad sin comunidad, sin Iglesia, sin los sacramentos, es peligrosa, puede convertirse en una familiaridad gnóstica, separada del pueblo de Dios.

“En esta pandemia –observó– nos comunicamos a través de los medios de comunicación, pero no estamos juntos, como es el caso de esta Misa”.

Es una situación difícil en la que los fieles no pueden participar en las celebraciones y sólo pueden hacer la comunión espiritual, afirmó.

Tenemos que salir de este túnel para volver a estar juntos porque esto no es la Iglesia, sino una Iglesia que corre el riesgo de ser “viralizada”.

Que el Señor – es la oración del Papa – nos enseñe esta familiaridad concreta, esta intimidad con Él, pero en la Iglesia, con los sacramentos y con el santo pueblo fiel de Dios. 

Intención de la misa

Al iniciar la celebración, el Papa pidió por las mujeres embarazadas en medio de esta insertidumbre.

“Quisiera que hoy rezáramos por las mujeres que están embarazadas, mujeres embarazadas que se convertirán en madres y están inquietas, preocupadas. Una pregunta: ‘¿En qué mundo vivirá mi hijo?’.

Recemos por ellas, para que el Señor les dé el coraje de seguir adelante con estos hijos con la confianza de que ciertamente será un mundo diferente, pero siempre será un mundo que el Señor amará mucho”.

Antes de salir de la Capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana que se canta en el tiempo pascual, el Regina Coeli.

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.

Puedes encontrar el texto de la homilía en Vatican News.

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