Parroquia El Buen Pastor – República Dominicana

Valor del Mes:
Honestidad
Lema del Mes:
"Hágase en mí según tu palabra" (Lc. 1, 38)

Memoria de san Juan Bosco, presbítero. Día Nacional de la Juventud

San Juan Bosco

La Iglesia siempre ha buscado ser la sal que no se vuelva sosa, sino que dé sabor de Fe y esperanza en aquellos lugares y situaciones más problemáticos, para hacer presente a Dios. Hoy nos encontramos en el calendario, cerrando el mes de enero, a San Juan Bosco, que fue sal en las zonas más difíciles. De origen italiano, nace en Turín, junto a Castellnuovo, en el año 1815. Dentro de una niñez dura, vive durante mucho tiempo con una tía que asistía en casa de unos sacerdotes.

Así descubre su vocación, ingresando en el Seminario hasta ordenarse presbítero. Creyendo ser llamado a las misiones, San José Cafasso, al que la Providencia puso en el camino de Juan, le hizo ver que su apostolado estaba en los barrios más necesitados, poniéndole en contacto con ellos. Pronto Don Bosco advertiría la miseria de los jóvenes y adolescentes, comprendiendo que el Señor le impulsaba a dedicarse especialmente a ellos.

La incultura que sufrían, así como la mala costumbre de robar y hacer daño que habían adquirido, hace que trate de instruirles en la educación espiritual y humana. Es entonces cuando se fragua un nuevo camino de santificación que Cristo iba a abrir en la Iglesia a través de él: los salesianos. Dicho nombre viene por la devoción que profesaba Don Bosco hacia San Francisco de Sales por sus escritos y su rectitud de vida e intención.

El carisma de esta Congregación extendida por todo el mundo, trataría de trabajar desde la formación en la Fe y la vida de tantos chicos que andan sin rumbo, como ovejas sin pastor. En muchas ocasiones chocaría con las incomprensiones de los otros, algo así como el hermano mayor del Hijo Pródigo. Ante tantos problemas que agobian a la Iglesia de entonces, él ofrece luz para resolverlos desde sus escritos. San Juan Bosco muere en 1888.

Fuente: Cope